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Elvira Ragosta – Ciudad del Vaticano

“La situación está empeorando cada vez más. No sabemos exactamente quiénes son los responsables de los ataques, pero el motivo religioso está claro”, lo dijo el Obispo de Kaya, Mons. Théophile Nare, en una conversación con Ayuda a la Iglesia Necesitada. El enésimo ataque ha ocurrido el lunes en la aldea de Singa, municipio de Zimtenga, en el norte del país. Según los informes de la Agencia Fides, los fieles católicos habían participado en una procesión desde su aldea hasta Kayon, a unos diez kilómetros de distancia, y estaban llevando la estatua de vuelta a la iglesia cuando fueron interceptados por hombres armados. Los terroristas dejaron ir a los menores, pero ejecutaron a cuatro adultos y destruyeron la estatua. La región es la misma donde el domingo pasado los yihadistas masacraron a un párroco y a cinco fieles durante la Misa en Dablo. El 28 de abril, de nuevo un domingo y siempre durante la celebración litúrgica, un pastor protestante fue asesinado junto con cinco fieles.

Los ataques de los yihadistas del Sahel

Para Andrea De Georgio, periodista en África y recién llegado de Burkina Faso, seguramente detrás de estos ataques está la mano de grupos yihadistas del Sahel que tienen su base principal en el vecino Malí y que desde hace unos tres años han cruzado las fronteras y también están activos en el norte y el este del país. “Entre sus principales objetivos – agrega De Georgio – se encuentran los grupos cristianos y católicos, precisamente porque en su retórica yihadista, en su interpretación errónea del Islam, consideran que los fieles de todas las demás religiones no merecen un trato diferente. Incluso los propios musulmanes se ven afectados, ya que los primeros enemigos son los musulmanes que se han desviado de lo que consideran el camino correcto”.