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Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano

Cada vez más niños en Venezuela sufren desnutrición como consecuencia de la prolongada crisis económica y política que vive el país. Aunque no hay cifras exactas por la falta de información oficial sobre salud y nutrición, hay señales claras de que la crisis está limitando el acceso a los niños a la asistencia médica, alimentos y medicinas.

Futuras generaciones en peligro

La nutricionista y representante de Caritas Venezuela, Susana Raffalli, explica en qué consiste la ayuda concreta que dan a los pequeños y denuncia las graves consecuencias que esta crisis humanitaria genera en los más indefensos de la sociedad, quienes constituyen las futuras generaciones del pueblo venezolano.

Según el informe trimestral de Cáritas de agosto de 2017, el 15,5% de los niños evaluados presentaban síntomas de emaciación (comparado con el 11,1% en el trimestre anterior), y un 20% adicional de niños en riesgo de desnutrición.

Síntomas de la desnutrición infantil

En cuanto a los síntomas que presentan los niños con desnutrición calórica sobresalen la extremada delgadez y aspecto demacrado, la falta de energía para hacer las acciones diarias y cotidianas; así como el retraso en el crecimiento y el debilitamiento del sistema inmunológico.

"Desde hace tiempo estamos llevando a cabo una medición sistemática de la nutrición de los menores de cinco años que nos ha permitido ver cómo el panorama ha ido empeorando. Se trata de una crisis desnutricional que ya podemos calificar de humanitaria porque se registran con rigor graves daños en la salud de las personas y pérdidas de vidas humanas", argumenta Raffali.

Por su parte, la directora de Cáritas Venezuela, Janeth Márquez, destaca en declaraciones a medios locales, que en la población de Machiques del estado Zulia, al menos el 85% de la población infantil presenta problemas para alimentarse, y que 65% de los niños hasta la edad de cinco años, padecen de déficit nutricional por la misma situación.

Márquez indica también que la zona más afectada es sector Alto Viento, municipio Machiques de Perijá del Zulia.

Unir fuerzas y colaborar

Asimismo, la nutricionista Susana Raffalli, afirma que quien quiera ayudar a puede hacerlo a través de donaciones, voluntariado o envío de alimentos.

"Nuestros programas atienden a todo tipo de personas, sin exclusión; sean o no sean católicos. Más allá de nuestra labor, la sociedad civil igualmente está llamada a colaborar, a arroparnos en este camino, acompañándonos y siendo solidarios", concluye.