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José Villanueva – Ciudad del Vaticano

Durante su intervención, el Arzobispo Ivan Jurkovi? saluda el interés de la Junta de Trabajo Intergubernamental de los Estados y la sociedad civil con respecto a la discusión sobre los temas laborales en materia de derechos humanos.

“El punto de partida para cualquier discusión sobre un tratado en esta área, debe ser la preocupación de proteger los derechos humanos fundamentales, que se derivan de la inherente dignidad de la persona humana”, resalta el Prelado Jurkovi?.

Gestionar el bien común del trabajador

En ese sentido, el Observador Permanente de la Santa Sede recuerda que tanto las empresas públicas como las privadas están llamadas a constituir una forma de vida emergente, la cual tenga como objetivo principal el bien común del trabajador.

“La Delegación de la Santa Sede es consciente de los desafíos que tienen las empresas, y los derechos exigen una negociación con un enfoque constructivo y positivo. Nuestro objetivo final, es la consecución de un instrumento equilibrado y eficaz, lo que podría representar una eficaz herramienta para los centros de trabajo, donde prime el respeto de los derechos humanos de los trabajadores”. 

Los negocios son una vocación

El Purpurado, también se pronuncia sobre políticas de comercio e inversión, donde señala que el negocio deba ser visto como una noble vocación, para los que participen en esta, con la finalidad de buscar un mejor desarrollo de vida para el bienestar común.

“Señor presidente, en la progresión de nuestras negociaciones, nunca debemos perder de vista el hecho de que “los negocios son una vocación y una noble vocación, siempre que los que participan en ella vean ellos mismos desafiados por un mayor significado en la vida”.

Nuevas políticas laborales

Por último, el Observador Jurkovi? invita a que las distintas representaciones internacionales reunidas esta semana en Ginebra preparen un material de ayuda sobre alternativas de políticas laborales.