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El muro en la frontera entre EE.UU. y é澱 El muro en la frontera entre EE.UU. y é澱 

Cardenal Cupich: Nos opondremos a cualquier deportación

El arzobispo estadounidense, en Ciudad de é澱 para una peregrinación, comenta las noticias de las últimas horas sobre un posible plan de expulsiones masivas por parte de la nueva administración estadounidense. Una operación que debería tener lugar en Chicago y durar una semana: «Sería una afrenta a la dignidad de todas las personas y negaría el legado de lo que significa ser estadounidense».

Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano

«Perturbadoras» y «»profundamente hirientes» son las noticias que circulan en las últimas horas en Estados Unidos sobre un plan de deportaciones masivas de inmigrantes ilegales que debería comenzar el martes, inmediatamente después de la toma de posesión del presidente Donald Trump en la Casa Blanca. Según fuentes citadas por el Wall Street Journal, se espera que la operación dure una semana en Chicago con una movilización de 200 agentes. Precisamente el arzobispo de Chicago, el cardenal Blaise Cupich, expresa su preocupación y reitera su oposición a la medida en las llamadas «ciudades santuario», es decir, ciudades gobernadas por demócratas «que protegen a los inmigrantes ilegales al no ayudar a las autoridades federales a aplicar las leyes de inmigración». 

«Debe saberse que nos opondremos a cualquier plan que llame a la deportación masiva de ciudadanos estadounidenses nacidos de padres indocumentados», dijo el cardenal Cupich desde Ciudad de México, donde se encuentra actualmente en una peregrinación de católicos de Chicago por invitación del cardenal Aguiar Retes, arzobispo de la capital mexicana. Cupich pronunció sus palabras, en inglés, desde el púlpito de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, donde celebró la Misa dominical con Retes. Palabras fuertes en un lugar simbólico, México, en cuyas fronteras -según datos proporcionados en diciembre pasado por las autoridades locales- hay cerca de 10 mil migrantes tratando de llegar a Estados Unidos. Una cifra récord y un aumento de más del 70%, en comparación con los meses anteriores que también habían visto una aceleración de los flujos.

Se trata de personas que «huyen de sus países de origen en busca de tierras más seguras» porque «es una cuestión de vida o muerte para ellos y sus hijos», dijo Cupich en el santuario mariano. Y aunque deseó a la «nueva administración» «éxito en la promoción del bien común», también expresó su conmoción y angustia por «los informes generalizados de deportaciones masivas previstas para el área de Chicago.» «Estamos orgullosos de nuestra herencia inmigratoria que sigue renovando la ciudad que amamos», dijo el pastor de la gran metrópoli de Illinois. «No hay ninguna persona en Chicago, aparte de los nativos, que no se haya beneficiado de este legado». 


En nombre de la comunidad católica, Cupich aseguró la «defensa» de los derechos de los inmigrantes y solicitantes de asilo: «Si los informes son ciertos, debe saberse que nos opondremos a cualquier plan de deportación masiva de ciudadanos estadounidenses nacidos de padres indocumentados», aseguró. Y subrayó que, en línea con la política de Lugares Sensibles en vigor desde 2011, «también nos opondríamos a todos los esfuerzos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y otras agencias gubernamentales para entrar en lugares de culto para actividades de investigación de antecedentes».

Por supuesto, aclaró el cardenal, «el gobierno tiene la responsabilidad de proteger nuestras fronteras y mantenernos seguros», por lo que no faltará apoyo a «los esfuerzos legítimos de las fuerzas del orden para proteger la seguridad de nuestras comunidades». «No se puede tolerar el crimen, ya sea cometido por inmigrantes o por ciudadanos de larga estancia», dijo el cardenal, pero esto no quita el compromiso de «defender los derechos de todas las personas y proteger su dignidad humana».

«La elección no es simplemente entre la aplicación estricta de la ley y las fronteras abiertas, como algunos comentaristas nos quieren hacer creer», señaló el Arzobispo de Chicago. Por último, hizo suyas las palabras del Papa en su reciente discurso a los embajadores acreditados ante la Santa Sede, cuando Francisco habló de la necesidad de equilibrar la gestión de la migración con el respeto de los derechos humanos y la dignidad, dado que se trata de «personas con rostro y nombre». Del Papa, el cardenal Cupich tomó prestado el llamamiento contenido en el mensaje del pasado diciembre al Foro Mundial de Refugiados en Ginebra: «Nadie debe ser repatriado a un país en el que podría enfrentarse a graves violaciones de los derechos humanos o incluso a la muerte». 

De ahí una clara advertencia: «Si se llevara a cabo la deportación masiva indiscriminada de la que se está hablando, sería una afrenta a la dignidad de todas las personas y comunidades y negaría el legado de lo que significa ser estadounidense». 

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19 enero 2025, 20:16