El neocardenal, arzobispo de 笔别谤ú agradece al Papa y le ofrece su servicio y fidelidad
Patricia Ynestroza - Pope
El neo cardenal Carlos Castillo dormía cuando lo despertó los distintos reflejos que hacía su celular. Desde Roma, le escribían para darle la nueva noticia, que el Papa lo había nombrado nuevo cardenal. Una sorpresa agradable la del neo purpurado, una sorpresa que da un padre a un hijo, afirmó Castillo, porque todos los obispos “lo amamos filialmente”. Monseñor Castillo se convierte en el sexto cardenal en la historia del Perú. Pope lo ha entrevistado.
Gratitud, fidelidad y servicio
Gratitud, fidelidad y servicio, es lo que le ofrece el neo purpurado al Papa Francisco. Seguidamente, recordó los tiempos de gobierno de Santo Toribio de Mogrovejo, uno de los pastores que fundó la Iglesia peruana, para recordar que “nuestra misión principal es la del servicio, especialmente, en los márgenes del mundo”. Por tanto, afirmó que el sentido misionero es la vocación de la Iglesia de Lima. La Iglesia camina, dialoga, conversa, responde al clamor de su pueblo y siempre tiene en cuenta el rostro del Otro.
“El Papa quiere que se avance como Iglesia misionera”, Castillo expresó que todos nos hemos estancado después de las maravillas del Concilio Vaticano II, de Puebla, de Aparecida, de tantas otras iniciativas; en cambio, la Iglesia debe seguir hacia adelante:
El arzobispo de Lima recordó que todos estamos llamados a participar sinodalmente en el gobierno de la Iglesia para que juntos podamos hacer un trabajo muy interesante tanto en la Iglesia de Roma como en las iglesias locales.
Este nombramiento: un don de Dios
Para el arzobispo, este nombramiento lo considera un don de Dios, no un merecimiento, un don, una misión, la que “nos hace crecer en el modo de compartir la dirección de la Iglesia”.
Ser cardenal son dos cosas:
El mayor desafío que tienen los cardenales -dijo- es que son testigos del Señor desde la Cruz, desde su entrega generosa, desde su sangre derramada para que, por medio de esa experiencia de regeneración de lo alto de la Cruz, de parte de la Iglesia, podamos ser un signo de esperanza para la humanidad en medio de tantas crisis y tensiones que existen en el mundo hoy día.
Disponibilidad y fidelidad
Por esa razón, el neo cardenal expresó que “la mejor colaboración debe ser la disponibilidad, y el desafío más grande es hacer las cosas fielmente al camino del Señor, como lo está haciendo el Papa Francisco, con una responsabilidad enorme en un mundo muy difícil, en donde su palabra insistente de paz, de solidaridad, de hermandad entre la gente para que todos podamos vivir una vida en paz en el futuro de la humanidad, es central”.
Mons. Castillo ofrece al Papa toda su disponibilidad para colaborar con él en todo aquello que ayude en “su camino de pacificar este mundo con el amor de Dios”.
"Dios bendiga a todos ustedes y al Santo Padre en especial, agradecido por su confianza, su cariño, y por darme misiones que me permiten también ensanchar el corazón, la mente y todo el ser para poder abrirse a las tareas que son necesarias y que, a veces, nosotros no hemos podido desarrollar porque no tenemos todavía la madurez suficiente. Si ahora se nos pide, hemos de ponernos a esa altura".
Desde América Latina, irán a Roma a recibir el birrete cardenalicio: Monseñor Carlos Gustavo Castillo, arzobispo de Lima (Perú); Monseñor Vicente Bokalic, arzobispo de Santiago del Estero y primado de la Argentina; Monseñor Luis Gerardo Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil (Ecuador); Monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Santiago de Chile; y Monseñor Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre (Brasil)
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