La misión de las Siervas: dar sentido al carisma en los desafíos de nuestro tiempo
Sor Emilia Vandych, SAMI – Vaticano
Desde hace casi 132 años, esta Congregación de la Iglesia greco-católica ucraniana lleva a cabo la misión iniciada por la beata Giosafata Hordashevska, cofundadora de la Congregación de las Hermanas Siervas de María Inmaculada, encarnando su credo principal, siempre actual, de “servir donde más se necesita”.
“Puente de esperaԳ”
Respondiendo a los desafíos del mundo contemporáneo, las Hermanas concentran sus esfuerzos para apoyar a las familias que se encuentran en condiciones de vida difíciles. En Ucrania operan en dos programas sociales. En particular, desde hace 23 años las Hermanas realizan el proyecto “Puente de esperaԳ” con el que actualmente asisten a más de 100 niños. Desde el inicio de esta iniciativa, gracias al apoyo de benefactores, se ha ayudado a más de 300 niños. En los conventos operan 13 centros de “Puente de esperaԳ”, donde las Hermanas se ocupan de las necesidades espirituales de los huérfanos y de los niños de familias pobres con muchos hijos. Las Hermanas imparten clases de catequesis a los niños, organizan peregrinaciones, etc.; apoyan espiritualmente, ofrecen asistencia material y social a los niños.
“Casa de la esperaԳ”
Otra área de servicio social se está desarrollando en el proyecto “Casa de la esperaԳ” en Lviv, que tiene como objetivo ayudar y apoyar a las personas de categorías socialmente vulnerables: huérfanos que han perdido a uno o ambos padres, también como resultado de la guerra, desplazados internos, familias pobres con muchos niños, familias en condiciones de vida difíciles, estudiantes que se encuentran en condiciones difíciles. Los primeros residentes de esta casa para los desfavorecidos fueron las familias con niños que huían de la guerra en Donbass que comenzó en 2014. Al comienzo de la invasión a gran escala de Ucrania en 2022, “Casa de la esperaԳ” se convirtió en un refugio para los desplazados internos.
Un proyecto para los huérfanos de guerra
Tras la invasión rusa a gran escala en Ucrania, las Siervas de María Inmaculada dirigieron su ministerio en apoyo de los niños huérfanos de los militares caídos en la guerra, valiéndose del apoyo de las Hermanas Siervas de María de Polonia y de benefactores. Hasta la fecha, el proyecto ha llegado a más de 120 niños. Es un trabajo realmente exigente que requiere la presencia de las Hermanas en las familias con viudas y huérfanos, brindando apoyo espiritual a quienes realmente lo necesitan. Según la hermana Anna Drozd, responsable del proyecto, las Hermanas Siervas de María de Polonia y Ucrania apoyan conjuntamente a las viudas y a los niños que han perdido a sus maridos y padres, proporcionando diversos tipos de ayuda: alimentos, ropa, medicamentos, productos de primera necesidad, artículos para el hogar. En el marco de este proyecto, las Hermanas organizan viajes para los niños para ayudarles a experimentar al menos un poco de alegría de la infancia, a socializar con sus compañeros y a encontrar nuevos amigos y personas afines. El proyecto de asistencia a las familias de los militares adultos en guerra opera en varias ciudades de Ucrania.
Las Hermanas Siervas de María Inmaculada se esfuerzan mucho por curar las heridas de la guerra a través de la ayuda psicológica y el apoyo a las esposas y madres de los caídos, la escucha de los necesitados y, sobre todo, la oración por las víctimas de la guerra y sus familias. Las Hermanas ofrecen apoyo espiritual y psicológico y asistencia variada a personas de diferentes credos y confesiones, tratando de servir a Cristo presente en cada persona.
Acompañamiento espiritual de los militares
En el marco de estos servicios, se han organizado seminarios sobre el tema: “El trauma del combate. Cómo ayudar a los militares”. Algunas hermanas están disponibles para ir a la línea del frente; entre ellas, la hermana Tadeia Klanza, que visitaba a los combatientes llevando ayuda de diversos tipos a los militares y capellanes. Otra monja es ergoterapeuta y ayuda en la rehabilitación de los militares en Truskavets, en la región de Lviv.
Perseverancia en el servicio
Es muy importante que las Hermanas Siervas de María Inmaculada en Ucrania continúen el ministerio realizado antes de la guerra y recen, demostrando así firmeza y disponibilidad para los desafíos de hoy. En estas difíciles circunstancias, las Hermanas Siervas de María Inmaculada de la Iglesia greco-católica ucraniana permanecen con su pueblo, compartiendo lutos, dolores y pérdidas, enjugando las lágrimas de los que sufren, siendo solidarias con los necesitados, cultivando la perseverancia y el coraje, llevando la luz donde reina la oscuridad.
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