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Tal como informa la , el domingo 18 de agosto, desde la Catedral de San Pedro de Aiquile, el obispo de esa prelatura, monseñor Jorge Herbas, centró su reflexión en la Eucaristía, que es fuente y culmen de la vida cristiana.

Comparando la Eucaristía con la elaboración del pan, explicó: “El pan que se cultiva, el trigo en la tierra se cosecha, y para ser pan se tiene que moler en el molino, y después tiene que entrar al horno y tenemos el pan”, este proceso refleja la misión de Jesús, quien entregó su vida al Padre y también a nosotros, haciéndose alimento de vida eterna, necesaria para la vida cristiana, “llega a ser el culmen, pero al mismo tiempo la fuente”.

El obispo afirmó que este sacrificio se actualiza en cada celebración eucarística, donde “la Eucaristía actualiza y hace presente el único sacrificio de Cristo en la Cruz”.

Responsabilidad de los cristianos

En su mensaje, monseñor Herbas llamó a la responsabilidad de los cristianos en la participación activa en la Eucaristía, especialmente los domingos y días de precepto: “Ignorar la Santa Misa es una irresponsabilidad y ojalá la participación sea plena”, señaló y recalcó que la verdadera sabiduría divina nos guía a comportarnos como personas sensatas que “entienden que necesitan de Dios y de Jesús Eucaristía”.

Preparar nuestro corazón

“Para unirnos con Jesús Eucaristía hay que preparar nuestro corazón que a veces está manchado del pecado del egoísmo, de la ambición, de la violencia, y tantas cosas que cometemos como humanos”, dijo el obispo, y pidió a los fieles realizar el sacramento de la confesión  para recibir dignamente a Jesús en la Eucaristía.

Vivir con alegría la Eucaristía

Al concluir su reflexión dominical, la autoridad eclesial dijo que “es de suma importancia que podamos vivir con alegría la Eucaristía”, y unidos a Jesús ser testigos,  “reflejo de esa presencia de Jesús Eucaristía a través de cada uno de nosotros”.