“Recen y escuchen la voz de Dios y la voz del pueblo”
Pope
Tal como informa la Agencia , así se han expresado los obispos de la Conferencia Episcopal de Sudán y Sudán del Sur (SSSCBC), con relación a la guerra civil en curso, que estalló en Sudán el año pasado debido al enfrentamiento entre la cúpula de las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FPR). Añadiendo cómo el conflicto ha dañado gravemente el país hasta el punto de una destrucción casi completa.
Así informan los miembros de la Conferencia Episcopal (SSSCBC), reunidos recientemente en Juba durante tres días.
El conflicto
El conflicto, que según los líderes de la Iglesia ha dado lugar a horrendos crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos cometidos por ambas partes, ha llevado al pueblo de Sudán a una verdadera catástrofe humanitaria.
De ahí el llamamiento de los prelados al pueblo de Dios para que ofrezca su apoyo mediante la provisión de «ayuda humanitaria, trabajo de defensa de la paz, preparación para el ‘período posterior a la guerra’ en términos de reconciliación, rehabilitación, reconstrucción y curación del trauma, y sobre todo, la oración».
«Hasta ahora no hay el menor atisbo de un diálogo de paz que pueda traer esperanza a los sudaneses. Creo que nuestros dirigentes no están preparados para la paz. La lucha y el conflicto tienen la sartén por el mango», informaron los obispos, citando a monseñor Tombe Trille Kuku, de la diócesis de El Obeid, quien en su mensaje pastoral ha delineado el cuadro de la insensibilidad de las partes interesadas en permitir que la paz reine en Sudán, al tiempo que alimentan la guerra que conduce a más sufrimiento para el pueblo.
«Ya es hora de que piensen en el pueblo y en la nación. Cuanto más aumentan los combates – prosiguen en su mensaje – más se dispersa la población y crece el odio entre las diversas etnias sudanesas. Arrodíllense a rezar y escuchen la voz de Dios y la voz del pueblo, de los niños, de las mujeres que claman por la paz, y también la sangre que llora en el suelo de inocentes que han muerto en el fuego cruzado. Vuelvan al diálogo como hijos de una sola madre y un solo padre».
Por último, los obispos de la SSSCBC, haciéndose eco del reciente llamamiento que el Papa Francisco había hecho tras el rezo del Ángelus, en la solemnidad del Corpus Christi, en la Plaza de San Pedro, piden a todas las partes que depongan las armas e inicien negociaciones de paz serias. Asimismo, condenan las masacres, violaciones y saqueos de civiles y exigen que se rindan cuentas por los crímenes cometidos.
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