Ჹí, ataque a un seminario menor. Iglesia en la mira de las bandas criminales
Jean-Benoît Harel - Ciudad del Vaticano
Unos bandidos armados irrumpieron hacia las 17 horas del lunes en el vestíbulo del Petit Séminaire Collège Saint Martial, perteneciente a la Congregación del Espíritu Santo, en Puerto Príncipe, la capital de Haití, y tras neutralizar a los dos guardias, comenzaron a quemar los vehículos aparcados y a cometer actos vandálicos. Cuatro sacerdotes y cuatro empleados consiguieron escapar de la violencia escondiéndose o huyendo a pie a la calle o a la catedral cercana. A pesar de varias llamadas, la policía, que se enfrentaba a un violento ataque contra el cercano Palacio Nacional, no intervino.
Extensos daños en la estructura
En un comunicado, el superior provincial de los religiosos espiritanos, el padre Raynold Joseph, declaró que "durante más de seis horas, los delincuentes siguieron saqueando, quemando y robando". No hubo heridos, pero "los daños materiales fueron considerables: cuatro coches quemados, los demás destrozados, la administración del colegio incendiada, las oficinas saqueadas, así como la residencia de la comunidad y los locales de la escuela". Resultaron dañados frigoríficos, paneles solares, baterías, inversores, el sistema de purificación de agua, colchones y equipos informáticos y electrónicos. Los clérigos temen que pueda repetirse un ataque similar. "Es probable -se lee en el comunicado- que se produzcan otras intrusiones en las próximas horas o días si la escuela, de un modo u otro, no es segura". "La situación en Puerto Príncipe se está descontrolando y somos más víctimas que nunca -afirma el padre Joseph-, estamos desolados y la preocupación es grande ante el continuo deterioro de la situación en el país".
La solidaridad de la Conferencia Haitiana de Religiosos
La Conferencia Haitiana de Religiosos, en una nota, expresa su profundo dolor por la situación de caos que vive hoy la población haitiana, su solidaridad con los espiritanos y denuncia "enérgicamente los ataques a las instituciones de la Iglesia que están siendo saqueadas y profanadas por individuos fuertemente armados que atacan a personas humildes que no hacen más que servir a toda la población, especialmente a los más pobres". Indignada por los ataques sin escrúpulos a la propiedad privada y estatal que ponen en peligro la vida de los demás, la Conferencia de Religiosos espera que "todas las personas con autoridad política, civil y religiosa trabajen juntas con perseverancia para restablecer la paz y construir la justicia en esta tierra que ha visto nacer a héroes de la libertad".
Haití en manos de bandas criminales
Desde finales de febrero, poderosas bandas criminales se han aliado para atacar comisarías, prisiones, el aeropuerto y el puerto marítimo, en un intento de derrocar al Primer Ministro Ariel Henry, que dimitió el 11 de marzo para dar paso a un Consejo de Transición que, sin embargo, aún no se ha constituido, entre desacuerdos políticos y dudas sobre su legalidad. En un comunicado emitido el lunes, el entorno de Ariel Henry hizo saber que el Consejo aún no se ha constituido porque la Constitución haitiana no autoriza su creación. Y mientras la situación política parece estancada, las bandas criminales siguen haciendo estragos e imponiendo la ley de la violencia en la capital haitiana.
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