Bartolomé pide celebrar la Pascua en una fecha común
Giovanni Zavatta
"Pidamos al Señor que la celebración común de la Pascua que tendremos el próximo año no sea una feliz coincidencia, un hecho fortuito, sino el inicio del establecimiento de una fecha común para la cristiandad occidental, en vista del 1700 aniversario, en 2025, de la convocatoria del primer Concilio Ecuménico de Nicea, que entre otras cosas también abordó la cuestión de la reglamentación del tiempo de la celebración de la Pascua. Somos optimistas porque hay buena voluntad y disposición por ambas partes, ya que la celebración por separado del único acontecimiento de la Resurrección del único Señor es un escándalo". Este es el pasaje más significativo de la intervención pronunciada el pasado domingo 31 de marzo por el Patriarca Ecuménico Bartolomé tras la divina liturgia que presidió en la iglesia de Agioi Theodoros, en el barrio de Vlagas de Estambul.
Recordando que "en este día (31 de marzo) nuestros hermanos y hermanas cristianos no ortodoxos celebran la Resurrección de entre los muertos de Nuestro Señor", Bartolomé dirigió "un cordial saludo de amor a todos los cristianos de toda la tierra que celebran hoy la Santa Pascua", informándoles que había enviado representantes del Patriarcado de Constantinopla a las demás confesiones cristianas "para llevarles buenos deseos y felicitaciones".
Este año, las Iglesias ortodoxas, que siguen el calendario juliano en lugar del gregoriano, celebrarán la Resurrección cinco semanas más tarde que los católicos y los protestantes, concretamente el domingo 5 de mayo. En 2025, sin embargo, la fecha coincidirá: será el domingo 20 de abril.
El discurso de Bartolomé y su referencia a las celebraciones del 1700 aniversario del Primer Concilio de Nicea proporcionan una nueva ayuda a todos aquellos que consideran una necesidad establecer una fecha común de Pascua para todos los cristianos, una cuestión que el Papa Francisco ha abordado en varias ocasiones, mientras que la misma voluntad ha sido afirmada por líderes de otras Iglesias cristianas, incluido el Patriarca copto ortodoxo Tawadros ii.
En Nicea, establece un reciente comunicado del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, "se dio un impulso decisivo a la búsqueda de una fecha común para la Pascua entre todas las comunidades cristianas del imperio de entonces, estableciéndose como fecha para la celebración de la Pascua el domingo siguiente a la primera luna llena de la primavera. Como al mismo tiempo se decidió que la Pascua debía celebrarse después de la fiesta judía de Pésaj, se abandonó la fecha común de Pascua entre cristianos y judíos".
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