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"El sínodo hace referencia al dinamismo de la fe; la fe es dinámica, no es estática, debemos profundizar cada vez más en Cristo, debemos comunicarlo, estamos proyectados hacia la consumación en Cristo. Y juntos, en comunión, robusteciendo los lazos de comunión con Cristo". Así lo subrayó Monseñor Luis Marín de San Martín, Subsecretario del Sínodo, al margen de un encuentro en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. 

Marín de San Martín profundizó en el significado y la aplicación de la sinodalidad en la Iglesia. El espacio "permitió ahondar sobre el camino hacia una Iglesia más participativa y cercana a sus fieles, en línea con los ideales impulsados por el Papa Francisco", destaca la casa de estudios. Asistieron, entre otros, el decano de la Facultad, Fernando Berríos, y la vicedecana, Haddy Bello, así como la secretaria general adjunta de la Conferencia Episcopal de Chile (CEC), Valeria López, y el obispo de Copiapó, monseñor Ricardo Morales.

En su intervención, el religioso agustino comentó su pasión por el tema, "no solo por ser mi trabajo, sino porque lo veo como una oportunidad brindada por la gracia de Dios para vivir nuestra fe de manera coherente, es un tiempo de renovación y esperanza para la Iglesia".

Desde su experiencia personal, compartió: "Me han dicho que todo cambiará, que será algo extraño, pero no es así. Este proceso nos guía hacia una fe coherente, hacia una Iglesia más unida a Cristo y, al mismo tiempo, propone un dinamismo evangelizador profundo en el mundo actual. Cuando me preguntan qué he descubierto en este tiempo de Sínodo, destacaría principalmente dos cosas. Para mí, ha sido una experiencia de la vitalidad de la Iglesia, que está lejos de ser un museo arqueológico, es un organismo lleno de vida. A pesar de los problemas y dificultades, la Iglesia vive. Además, he encontrado un gran amor por la Iglesia desde diversas realidades y perspectivas. Esta diversidad, pero con un profundo amor, es fundamental".

Además, aludió a la concreción de la sinodalidad en diversos modos, como el Sínodo de los Obispos, "pero abarca mucho más, siendo un paraguas bajo el cual se realizan diferentes formas de caminar juntos".

"El tema del Sínodo, prosiguió, no es abordar todos los asuntos posibles, sino centrarse en cómo ser una Iglesia sinodal, de comunión, participación y misión. Este proceso es experiencial, espiritual y comunitario. Debe vivirse desde nuestra propia vida, con una apertura al Espíritu Santo y en comunión con los demás".

"La apertura al diálogo y la escucha activa son pilares fundamentales de este proceso, aseguran desde la Facultad, y la participación de monseñor Marín contribuyó significativamente a fortalecer estos principios". En este sentido, el decano agradeció la visita de Marín de San Martín y puntualizó que "la sinodalidad no es una novedad en la Iglesia; es más bien un aspecto esencial de la Iglesia y que, para nosotros que hemos estudiado la historia de la Iglesia, sabemos que en muchos momentos se ha visto muy comprometida. No ha sido fácil ser la Iglesia sinodal que Jesús quiso que fuera. Es un tema nuevo, en cuanto, a los desafíos muy especiales e importantes que implica para la Iglesia hoy”.

En una breve conversación posterior al evento, el Subsecretario del Sínodo manifestó su gratitud por el compartir con la comunidad y reivindicó la importancia de continuar trabajando en pro de una Iglesia que camine junto a sus fieles, atenta a sus necesidades y desafíos.

El prelado también se reunió con canonistas en la Universidad Católica de Santiago de Chile. "Fue un interesantísimo coloquio con especialistas en el que se comentaron los desafios y se ofrecieron muchas pistas concretas para aportar a la reflexión sobre la sinodalidad desde el derecho canónico",