Tolentino: No podemos ser indiferentes ante la innegable degradación de la Creación
Pope
“La Biblia presenta lo que bien podríamos llamar ‘los primeros manifiestos ecológicos’”. Lo afirma el Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, el cardenal José Tolentino de Mendoça, en un videomensaje dirigido a los más de 1200 participantes, provenientes de 19 países del continente americano, que participan en el 28º Congreso Interamericano de Educación Católica, inaugurado, ayer, jueves 11 de enero en Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
Un tema moderno enclavado en la Biblia
En su mensaje, el purpurado portugués aclara que “aunque la ecología como tratado tiene un origen relativamente moderno, podemos afirmar que hunde ya sus raíces en el Antiguo Testamento”. En particular, explica que en la narrativa del Génesis “la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales e interconectadas entre sí: la relación con Dios, la relación con el prójimo y la relación con lo creado”.
En esta perspectiva –como refiere una nota de ADN- Celam–, “el ser humano ha de servir también a la creación, es decir, que observando sus leyes y respetando el orden establecido, con las capacidades y las habilidades que le otorga su condición de imagen y semejanza de Dios, continúe la obra divina, la preserve y la sostenga, volviéndola cada vez más perfecta y ayudándola siempre a crecer y prosperar, en sana y armónica relación”.
La supervivencia humana
En este contexto, el Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación no duda en afirmar que “la creación sufre una degradación a gran escala que es imposible negar y que no debe dejarnos indiferentes, porque de ello depende la supervivencia de la humanidad de hoy y de las generaciones futuras”. “En términos crudos y prácticos: al atentar en contra de la armonía de la creación -insiste - estamos envenenando nuestra propia especie y volviendo inhospitable nuestra casa común, olvidando que la salud es un proceso sistémico que incluye el bienestar de la naturaleza y del mundo animal”.
Luego de evocar algunas las palabras del Papa Francisco en la Encíclica Laudade Deum, el cardenal Tolentino reconoce que iniciativas como “este Congreso que muy acertadamente han tenido a bien dedicar al tema de la educación para un futuro sostenible”, son necesarias en búsqueda de nuevas prácticas educativas de sostenibilidad, toda vez que “la educación es generadora de esperanza, y el difícil momento histórico de cambios continuos y múltiples crisis por el que estamos atravesando, no será posible afrontarlo sin esperanza”.
Educación en la espiritualidad ecológica
El acto de apertura del Congreso Interamericano de Educación Católica contó con la participación y el saludo de bienvenida de la Dra. Emilce Cuda, Secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina; de Mons. José Amable Durán, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo; de la Hna. Leida Holanda Dájome, en representación de la Confederación Latinoamericana y Caribeña Religiosas y Religiosos (CLAR); y de Sor Ana Julia Suriel, presidenta de la Unión Nacional de escuelas y colegios católicos en República Dominicana (UNECC).
“Educar para un futuro sostenible”, tema del congreso de este año, se propone identificar las enormes posibilidades que tiene la escuela católica “como referente de propuestas educativas para la ‘ciudadanía ecológica”. Oportunidades, que según explicó el secretario general de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), Oscar Pérez Sayago, están en línea con los desafiantes planteamientos del Papa Francisco en Laudato si’, pasan el “amor civil y político”, y sugieren “una espiritualidad ecológica y un llamado a la conversión interior profunda”, es decir, un cambio en las actitudes, en el criterio para ponderar las consecuencias ecológicas de las decisiones personales y políticas”.
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