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“En el corazón y en los rostros de tantos hermanos nuestros hay confusión, tristeza y desesperanza”. Lo afirman los obispos de Cuba, en un en el que, primero se acercan al sufrimiento y las dificultades que viven los cubanos, para luego esperar que, con el empeño y el esfuerzo, cada persona, familia y comunidad pueda desarrollar sus potencialidades y proyectos de vida, en el país y en libertad.

Un año difícil

“El pueblo cubano siente con frecuencia que transita en medio de la noche. Estamos terminando un año muy difícil, porque la situación respecto a la alimentación, los medicamentos y los servicios en general es dramática. La emigración creciente de niños, jóvenes, familias enteras, obreros y profesionales añade al sufrimiento por las carencias materiales, el dolor de la separación, y va dejando a muchos adultos mayores en la soledad y el desamparo”, se lee la nota de la Conferencia de Obispos católicos de Cuba (COCC)

El crítico panorama, según los prelados cubanos, se acrecienta porque” los salarios de la mayoría no alcanzan para nutrirse adecuadamente” y no permiten vivir con dignidad. Y qué decir de las comunidades y familias que esperan la libertad de sus seres queridos encarcelados.

Una pluralidad que no se valora

“La economía no acaba de despuntar como se preveía, y la posibilidad de enriquecernos con las legítimas opiniones y pensamientos plurales, no se reconoce y valora suficientemente”, observan los obispos.

El profeta Isaías que anuncia la llegada del Salvador inspira el mensaje de los obispos cubanos para esta Navidad.

Encontrar en la Patria la libertad

El episcopado cubano desea y suplica que, en medio de tanta tristeza, Dios haga crecer la alegría, la paz y la esperanza, sentimientos sin los cuales el ser humano pierde el entusiasmo, para emprender y realizar sus proyectos de vida.

“Tenemos que crear entre todos, con responsabilidad y empeño, las posibilidades reales para que el pueblo cubano que es alegre, creativo, emprendedor desarrolle todas sus potencialidades. Y podamos encontrar en la Patria los ámbitos y la libertad para desarrollar los proyectos de vida personales, familiares y comunitarios”, subraya la COCC.

¡Nunca estamos solos! ¡Dios camina con nosotros!

En el tiempo de Navidad, cuando “Dios envía a su Hijo eterno al mundo, y en el seno de la Virgen María, el Dios inmortal se hace un hombre, uno como nosotros”, los obispos cubanos recuerdan que Dios comparte nuestra vida, nuestras limitaciones, nuestros sufrimientos y fatigas y que nunca estamos solos, porque Dios camina con nosotros.

“Los invitamos – exhorta la COCC - a celebrar la Navidad en familia y en la comunidad cristiana. A pesar de las limitaciones, debemos vivirla desde la hondura a la que el Señor nos llama. Que sea un tiempo bueno para compartir en el hogar, para visitar a los enfermos y a los que están solos, para rezar más, para leer y meditar la Biblia”.

Tiempo para escucharnos y reconciliarnos

Una celebración de la Navidad, esperan los obispos cubanos en la que “cada niño pueda recibir un presente el día de Reyes”, en la que “podamos regalarnos sonrisas, compañía, tiempo para escucharnos y reconciliarnos” Y también, que “al acoger a Jesucristo en nuestras vidas, retomemos o renovemos el camino de la fe”

“Solo viviendo en coherencia con la fe, recibiremos la salvación y la vida eterna que el Niño Dios nos ofrece”, concluye el mensaje de los obispos cubanos para esta Navidad:” Dios bendiga a Cuba”.