La Iglesia en 貹ñ presenta la Memoria anual de actividades 2022
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La Conferencia Episcopal Española (CEE) presentó la Memoria anual de actividades de la Iglesia católica en España correspondiente al año 2022. Un documento que fue elaborado por la Oficina de Transparencia de la CEE para dar cuenta del destino de los (ejercicio fiscal 2022).
Anunciar, celebrar y vivir la fe
La CEE da a conocer que, fiel a su compromiso con estos contribuyentes, y con toda la sociedad, estas páginas muestran también el verdadero rostro de la Iglesia dando a conocer su estructura y la actividad que desarrolla en el marco de sus fines propios: anunciar, celebrar y vivir la fe. Asimismo, se recuerda que, el pasado mes de mayo, la Oficina de Transparencia presentó la . A partir de esta Memoria de 2022, que hoy se hace pública, el documento comenzará a presentarse en el mes de diciembre y hará referencia al año anterior.
La estructura
La Memoria de actividades de la Iglesia se divide en cinco partes: Introducción; La Iglesia católica en España; Asignación tributaria y reparto; La economía diocesana; y Anexos (se detalla todo el proceso de elaboración de la información que contiene esta Memoria).
Los datos
¿Qué personas forman la Iglesia católica? El capítulo dedicado a la Iglesia católica se abre respondiendo a este interrogante. En este apartado se recogen, además, los datos cuantitativos sobre la actividad de la Iglesia dividida en tres bloques: anunciar la fe, celebrar la fe y vivir la fe.
Esta Memoria presenta la información sobre la que se tienen datos ciertos y contrastables. 330 indicadores que sí permiten mostrar una radiografía de la Iglesia en España, que se articula y hace presente en 69 diócesis territoriales más la diócesis castrense.
La parte económica
Asignación tributaria y reparto es el título que encabeza el tercer apartado de la Memoria, en el que se detalla qué es la asignación tributaria, cómo se recibe y cuál es su reparto. Un reparto que se realiza fundamentalmente entre las diócesis siguiendo los principios de solidaridad y comunicación de bienes, para atender así la capacidad de atender las necesidades básicas de cada diócesis y prestando especial atención a aquellas con menos recursos y menor capacidad de obtención de los mismos.
Y como las principales receptoras de los fondos procedentes de la asignación tributaria son las diócesis, a ellas están dedicadas las siguientes páginas, las del cuarto apartado, en las que se pueden consultar las cuentas agregadas del conjunto de diócesis españolas y conocer: la totalidad de fuentes de financiación diocesanas (recursos), la importancia de la asignación tributaria en el conjunto de la economía diocesana y la aplicación de los recursos a las distintas necesidades y actividades (empleos).
¿Dónde se destinan los recursos?
La cantidad de la asignación tributaria recibida por las diócesis repercute directamente en la sociedad: un ejemplo es el valor del impacto de la actividad asistencial y caritativa de la Iglesia, que se centra especialmente en mitigar la pobreza, la atención a inmigrantes o la promoción del empleo, y que representa más del doble de la inversión realizada: 72.000.000 euros destinados a esta actividad por las diócesis en 2022, casi 17 millones más que en 2021.
¿Cómo contribuye la actividad diocesana al desarrollo económico y social?
La presencia de la Iglesia en nuestro país contribuye al desarrollo social y económico. Solamente a través de las actividades asistenciales, concretamente empleo, pobreza e inmigración, genera un valor anual de más de 580 millones de euros. Más del doble de lo recibido a través de la asignación tributaria.
Además, el empleo derivado de la actividad de las diócesis y parroquias supone un total de 64.925 empleos en España en un año. Por cada empleado directo de la Iglesia católica, se generan 0,27 puestos de trabajo adicionales en la economía española.
El compromiso
La Memoria de actividades nace tras la firma, en 2006, del vigente sistema de asignación tributaria entre la nunciatura apostólica y el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. A partir de ese momento, la Iglesia recibe para su sostenimiento únicamente lo que los contribuyentes deciden asignarle anualmente en su Declaración de la Renta a través del 0,7% de su cuota íntegra.
Desde entonces, la CEE cumple con el compromiso que adquirió con el Estado de mejorar la memoria justificativa que ya se realizaba con el sistema de financiación anterior. Pero, además, quiere que ese compromiso se haga extensivo con cada uno de los contribuyentes que cada año depositan su confianza en la Iglesia poniendo la X en su Declaración.
Por eso, desde que se presentó la primera Memoria en el año 2009 (correspondiente al ejercicio fiscal de 2007) ha ido aumentando la información que contenían estas páginas pasando de 77 indicadores o datos, a más de 300.
Cardenal Omella: en la Iglesia caben todos y la formamos todos
Lo que reflejan estas páginas, lo resume el cardenal Juan José Omella en su carta de saludo: “En la reciente JMJ celebrada en Lisboa, escuchamos al papa Francisco que la Iglesia somos todos y que <en la Iglesia cabemos todos, todos, todos>. Una vez más, al contemplar esta Memoria de actividades de la Iglesia nos damos cuenta de qué verdad son las dos cosas: en la Iglesia caben todos y la Iglesia la formamos todos. De eso hay que dar gracias. De las personas de buena voluntad que, con la aportación de su tiempo, de su vida, de su oración, contribuyen a la misión recibida del mismo Jesucristo. Esta misión es anuncio del Evangelio, celebración del misterio cristiano y vida de caridad al servicio de las personas”.
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