El cardenal ?lvaro Ramazzini: “Somos un socio confiable”
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Tal como informa , el cardenal Álvaro Ramazzini, presidente de la Red eclesial de migración, trata, desplazamiento y refugio, CLAMOR, participó en la plenaria del evento paralelo “Compromiso con las personas refugiadas Cartagena + 40”, antesala del Foro Mundial de Refugiados, que comenzó este 13 de diciembre en Suiza, organizado por Naciones Unidas.
Durante su intervención estuvieron presentes Filippo Grandi, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, como también representaciones diplomáticas de Perú, Brasil, México y Chile.
El papel de la Red CLAMOR
El purpurado destacó el papel de la Red CLAMOR, que agrupa a organizaciones católicas dedicadas al servicio y a la pastoral de las personas en situación de movilidad humana en Latinoamérica y el Caribe.
Los integrantes de esta Red se encuentran “en primera línea en la atención y el servicio de quienes a diario se ven forzados a cruzar fronteras internacionales en todo el continente”.
Mencionó “una amplia gama de motivos”, los cuales van desde la carencia de los elementales medios de subsistencia o graves situaciones de inestabilidad política o la inseguridad, producto del crimen organizado, hasta las consecuencias de los desastres naturales y los efectos nocivos del cambio climático.
Iglesia, un socio confiable
El cardenal Ramazzini ha destacado que la misión de la Iglesia es salir al encuentro de los hermanos migrantes, no solo satisfacer sus necesidades básicas, sino integrarlos en los países de acogida “brindándoles la asistencia legal requerida y los medios para que, con esfuerzo propio, puedan reiniciar una vida digna”. Por ello, reafirmó:
Asimismo señaló que el 42% de las solicitudes de asilo en el mundo provienen de América Latina y “no en pocos casos, es precisamente la falta de capacidad institucional lo que impide, en la práctica, que las leyes en materia de refugio se implementen”.
Toda vez que ha pedido a las autoridades presentes “mayor determinación” en la atención de miles de personas que atraviesan la selva del Darién (Panamá) y la frontera entre Guatemala y México, porque “muchísimas de ellas mueren en el camino y no gozan de ninguna protección. De manera muy especial preocupa la situación de los niños y niñas no acompañados”.
A tono con la historia
Además, el purpurado lamentó que “las políticas migratorias de muchos países, en su práctica, están fuera de los postulados de la Declaración de Cartagena” pasados 40 años de su promulgación.
Cuestionó que bajo el pretexto que “la condición de muchas personas no encaja bajo la definición dada por la Declaración mencionada, se niega la ayuda humanitaria que tales personas necesitan”.
Para el cardenal Ramazzini esto es “una falta grave y desafortunada al sentido de humanidad que debería ser el principio fundamental y orientador de cualquier acción política en el tema de las migraciones”.
De allí que ha pedido revisar la Declaración de Cartagena como otros tratados para actualizar sus contenidos a tono con la realidad y con el desarrollo histórico.
“Los clamores de la realidad nos obligan a actuar ante el callejón sin salida en el que están las personas que buscan protección, buscando construir planes de acción que garanticen su protección, sin quedarnos en meras declaraciones inoperantes”, añadió.
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