Scheinig: Beato Pironio, un hombre y profeta de esperanza
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
El Cardenal Eduardo Francisco Pironio, beato desde el sábado 16 de diciembre, amaba a la Virgen de Luján. “Nos preparamos con esa alegría serena que da la certeza de que uno de los hijos de esta Iglesia vive en el Señor, activamente en sus bienaventuranzas y se convierte en nuestro intercesor”. Así lo expresa Monseñor Jorge Eduardo Scheinig, arzobispo de , jurisdicción eclesiástica en la que se efectuará la ceremonia de beatificación del Venerable Pironio, más precisamente en la Basílica y Santuario Nacional a las 11 de la mañana.
La presidirá el delegado del Papa Francisco, Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, quien por 23 años se desempeñó como secretario del futuro beato. Será transmitida en directo a través del y de otras plataformas. Se prevé la participación del Nuncio Apostólico, Monseñor Miroslaw Adamczyk y de numerosos obispos y sacerdotes.
El Prelado insiste en la alegría serena que da la santidad y la comunión de los santos que sigue reafirmando la fraternidad. Scheinig enfatiza que este concepto es muy querido por el Papa Francisco, de manera que también se disponen a vivir “con ese espíritu tan de Pironio”, de la comunión y la esperanza.
El obispo reconoce que atravesamos un contexto muy particular en el mundo, en América Latina y en la Argentina, de profundos cambios culturales, sociales, económicos, políticos, con múltiples desafíos. En este poliedro, reivindica el legado de una figura santa como esta, de honda identidad cristiana, eclesial, mariana, “un hombre que uno podría decir profeta en el sentido de que supo vibrar con el corazón de Dios, que pudo estar en Él y manifestarle al mundo de su época”.
“El sentir de Dios: eso es un profeta, alguien que puede vivir en la pasión de Dios y contagiarla. Su palabra, su testimonio, su vida tienen actualidad. Lo que estamos viviendo no comienza hoy, lleva ya unos cuantos años. Ha sido un testigo de este tiempo”.
De acuerdo con el arzobispo, Pironio supo transmitir la esencia del Evangelio, el amor de Dios, su misericordia y la presencia de la Santísima Virgen María, de la certeza de la esperanza cristiana que no defrauda, activamente a tiempo y destiempo en toda circunstancia. “El cardenal fue un hombre, un profeta de esperanza”, añade.
Amigo del Concilio Vaticano II y de Pablo VI, Pironio fue capaz de promover una recepción profunda del Concilio para América Latina. “Ha sido un Kairós, un acontecimiento del Espíritu”, reflexiona el Pastor.
Para el líder eclesiástico, se trató de un sueño de Dios y no una ocurrencia de los obispos de la época. “Fue como aquel Pentecostés, el Concilio tuvo una magnitud enorme que ha marcado y sigue marcando la Iglesia. El Papa Francisco está llevando adelante con mucha fuerza el deseo del Concilio”, explica.
Mucho más que la ceremonia de beatificación
Para prolongar el gozo por este evento tan esperado, los organizadores programaron diferentes propuestas para los peregrinos: el viernes 15 a las 20 se desarrollará una oración en el interior del santuario de Luján y desde las 23 hasta las 5 de la mañana, la Pastoral Juvenil propone una vigilia joven en la Plaza General Belgrano.
Por otra parte, un día después de la beatificación, el domingo 17, el Pueblo de Dios está invitado a participar en una misa de acción de gracias por el nuevo beato en el interior de la Basílica dedicada a la Patrona de la Argentina.
Asimismo, el Instituto Pironio y la Acción Católica Argentina presentaron y redes sociales para profundizar sobre la vida de Pironio, su pensamiento, así como para conocer testimonios relativos a su trayectoria.
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