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Luana Foti – Ciudad del Vaticano

Desde el 9 de noviembre se está celebrando en Brasilia la decimoquinta edición del Simposio entre la Unión Cristiana Internacional de Ejecutivos de Empresas de América Latina () y el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam). En este espacio de diálogo, la Iglesia y el mundo empresarial reflexionan juntos sobre las cuestiones que afectan a la sociedad latinoamericana y proponen líneas de acción. Los temas elegidos para los encuentros de este año son la construcción de la paz y el desarrollo como fruto del trabajo y la unidad. Mañana será el día de cierre.

El evento

Este año asisten representantes de diez países de América Latina y delegaciones de Europa, Asia y África. El simposio, organizado en el Centro de Convenciones Brasil 21, se articula en conferencias de la duración aproximada de 45 minutos cada una, en las que intervienen y dialogan entre sí un obispo y un empresario. En la ceremonia de apertura, los participantes recibieron la visita de la imagen peregrina de Nuestra Señora de Nazaret del Cirio de Belém. El primer día fue marcado por la presencia del cardenal Paulo Cezar Costa, arzobispo de Brasilia, y de monseñor Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre y presidente del Celam.

Obispos y empresarios, agentes de transformación social

En el evento inaugural, se enfatizó que “en un escenario de incertidumbre y frente a la situación de descomposición del tejido social, los obispos y empresarios de América Latina somos llamados a ser promotores de la paz y la esperanza y, juntos, actuar como agentes proactivos hacia el logro de estas". En este sentido, se subrayó la importancia del trabajo de los prelados por sus aportaciones en la vida moral y espiritual de la sociedad y de los empresarios por sus contribuciones en la vida económica y sus acciones de gestión e innovación.

Espiritualidad y emprendimiento

Monseñor Spengler exhortó a los Pastores y a los empresarios a dejarse orientar por la Doctrina Social de la Iglesia en la tarea común de dejar un mundo mejor para las generaciones futuras. También los invitó a construir una relación sólida entre la espiritualidad y el emprendimiento.

“La espiritualidad ilumina el actuar humano, pues ella coopera en la ordenación de nuestro caos interior, nos concede la fuerza necesaria para soportar las adversidades”, aseveró el presidente del Celam. El arzobispo brasileño añadió que cultivar la interioridad es el primer paso para participar de una manera fecunda a la vida social y empresarial. "Porque solamente los hombres de espíritu son auténticamente emprendedores, capaces de construir lo necesario para hacer posible una sociedad menos desigual, más fraterna, humana, pacífica, justa”, dijo.

En el marco del simposio, se llevó a cabo también la Asamblea General de la Uniapac y la reunión anual de su parte latinoamericana. Durante ese encuentro ha sido elegido su nuevo presidente, el empresario mexicano Manuel Fitzmaurice Castro.

Uniapac

Uniapac es una asociación ecuménica inspirada por el pensamiento social cristiano. Su objetivo es promover entre los líderes empresariales una visión de la economía que ponga en el centro a la persona humana y al bien común de la humanidad. Fue creada en 1931 con ocasión del 40 aniversario de la encíclica Rerum Novarum como Conferencia Internacional de las Asociaciones de emprendedores católicos. Sus fundadores fueron federaciones de empleadores católicos alemanes, belgas y franceses. Después de la Segunda guerra mundial se expandió en los otros países europeos y en América latina.