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De la presencia y de las actividades de los misioneros de la Sociedad salesiana de San Juan Bosco en Mongolia y de la sugestiva historia de una estatua de la Virgen encontrada en un vertedero, y que se ha convertido en un símbolo de la Iglesia en el país asiático, habla el padre Leung Kon Chiu, salesiano de Hong Kong, quien lleva casi 18 años en Mongolia, en el sexto vídeo-reportaje realizado para la Agencia Fides por Teresa Tseng Kuang yi, con vistas al viaje apostólico del Papa Francisco del 31 de agosto al 4 de septiembre.

La presencia salesiana en el país

La llegada de los salesianos a Mongolia, explica el misionero, se remonta al 2001 por invitación del obispo local, monseñor Padilla, quien los había llamado para que lo ayudaran en el campo de la educación. El sacerdote describe las obras iniciadas y realizadas en estos años, en distintos lugares, por los misioneros de su congregación: las escuelas profesionales, apreciadas también por las autoridades civiles, los cursos de inglés e informática, la parroquia de Darkhan dedicada a Santa María Auxiliadora, una granja para promover métodos actualizados de producción agrícola en un país donde la agricultura se practica poco y las obras de asistencia a los niños de la calle en Ulán Bator.

Evocadora historia de la estatua de María, la "Madre celestial”

El padre Leung Kon Chiu cuenta a continuación la historia de la estatua de María muy querida en Mongolia: una señora, tras encontrarla en el vertedero de Darkhan, la había colocado en el lugar más hermoso de su casa, donde había sido descubierta por una monja salesiana en el 2013.

“Si lo que dice la señora es cierto – dice el padre – ella encontró esta estatua antes de que nosotros, sacerdotes y monjas, llegáramos a esta parte del país. Así que esta Virgen nos preparó el terreno. Y el hecho de que estemos aquí es su gracia".

Año de Nuestra Señora de Mongolia

Al enterarse del hallazgo, el cardenal Giorgio Marengo, prefecto apostólico de Ulán Bator, pidió que la estatua se colocara en la catedral, y también habló de ella con el Papa Francisco, quien sugirió dar un nombre oficial a la Virgen representada en la estatua. Se decidió el de "Madre celestial" y, a raíz de ello, el cardenal Marengo designó el período comprendido entre el 8 de diciembre del año pasado y el 8 de diciembre de este año como Año de Nuestra Señora de Mongolia.

El florecimiento de la Iglesia en Mongolia en el sueño de Don Bosco

Por último, en la película, el padre Leung evoca uno de los famosos sueños de Don Bosco sobre Mongolia. “Los sueños de Don Bosco – explica el salesiano – no eran simples sueños, sino verdaderas revelaciones de Dios". Y en uno de ellos, el santo piamontés decía que había visto el glorioso florecimiento del catolicismo, incluso más que en Europa, en un país que era "muy antiguo y muy grande", gracias también a la labor de los misioneros "que habían partido de Tartaria".

"Y Tartaria – señala el padre Leung – es un nombre antiguo de Mongolia". Pocos días antes de la llegada del Santo Padre Francisco, el salesiano afirma: "Creo que la llegada del Papa aquí es una señal de Dios. De qué cosa exactamente, no puedo decirlo porque no lo sé. Pero creo que la historia nos lo dirá...".