Ancianos de todos los continentes entregan la Cruz del Peregrina de la JMJ
Pope
¿Qué mejor ocasión que una misa dedicada a los abuelos y a los ancianos para pasar el testigo de la JMJ entre generaciones? De hecho, serán cinco ancianos los que entregarán la Cruz del Peregrino a otros tantos jóvenes que parten hacia la JMJ de Lisboa, al final de la celebración eucarística que presidirá el Papa Francisco en la Basílica vaticana el domingo 23 de julio. Vienen de todos los continentes. Descubramos quiénes son.
Los ancianos...
Sor Martín de Porres, Misionera de la Caridad india, de 82 años, forma parte del grupo de ancianos seleccionados para este gesto simbólico tan significativo. Vive en la casa regional de San Gregorio al Celio, en Roma, y reza cada día por los que van a vivir con el Papa el acontecimiento de Lisboa. También está Gebremeskel, de 76 años, de la comunidad católica eritrea de Roma. Vive en Italia desde hace cincuenta años. América Latina está representada por América, de Perú. Vive en Roma desde hace 23 años y tiene 70 años. Aunque vive sola, forma parte de una gran red de amigos con los que se relaciona como si fueran su familia. Michele tiene 67 años, es romano y miembro de la Acción Católica Italiana. Es abuelo de dos nietos. Por último, originaria de Australia, es Philippa; casada con un italiano, tiene 81 años y es abuela de cuatro nietos.
...y los jóvenes
Entre los jóvenes que recibirán la Cruz de manos de los ancianos se encuentra Ambrose, el menor de ocho hermanos. Viene de Uganda y tiene 27 años. Forma parte de la Congregación de Catequistas Píos Trabajadores Rurales (Misioneros Ardorianos) con los que partirá para la JMJ de Lisboa. De Australia viene Koe, de origen filipino, que tiene 22 años. Peregrina a Portugal con su grupo australiano de Pastoral Juvenil. Estos días está haciendo una parada en Roma, antes de continuar hacia Lisboa. Aleesha es una joven de 22 años. De origen indio, vive en Bolonia, donde estudia Farmacia en la universidad. Acude a la JMJ con un grupo de 25 católicos indios del que forma parte. También están Mateja, croata de 29 años, y Fabiola, mexicana de 27 años. Ambas son voluntarias en el Centro San Lorenzo de Roma, donde se guarda la Cruz de la JMJ y que acoge cada año a miles de peregrinos.
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