Mujeres en la Asamblea Sinodal del Cono Sur: “Nos falta dar un paso más"
Luis Miguel Modino, desde Brasilia.
En una Iglesia donde el protagonismo femenino va creciendo, la Asamblea Sinodal del Cono Sur, que tiene lugar en Brasilia de 6 a 10 de marzo de 2023, ha reconocido esa importancia y ha agradecido por esa presencia de tantos rostros femeninos en la Iglesia de América Latina y el Caribe, una presencia que va ayudando, en un caminar sinodal, a encontrar por medio del discernimiento los caminos que hagan realidad aquello que Dios quiere para el momento histórico actual.
Una historia de lucha en una sociedad que no siempre ha reconocido la importancia de lo femenino, como se puso de manifiesto en el acto matutino en el que las mujeres conmemoraron su día, recordando los tantos clamores todavía presentes en la vida de tantas y tantas que todavía hoy sufren las consecuencias de la falta de respeto por su vida y por su dignidad.
En el Día de la Mujer es importante recordar que “todo tiene una historia y es muy importante hacer memoriaâ€, afirmaba Emilce Cuda. La secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina señala que, en este día, “tenemos que saber que las que hemos conseguido lugares de reconocimiento se lo debemos a una larga lucha de las mujeres por lograr una equidad en la dignidad humana, una lucha que empieza con las mujeres trabajadoras y de la que hoy nosotras no somos el trofeo, sino que tenemos una gran deudaâ€. La teóloga argentina ve el servicio que desempeña en la Curia Vaticana como “un lugar que me desafía a incluir muchas mujeres dentro de la Iglesia, una conquista que este proceso sinodal está acompañandoâ€.
Las mujeres en la Iglesia son las cuerdas que aseguran la Tienda, y lo hacen ayudadas por diversos instrumentos, como mostró la oración inicial del tercer día de la Asamblea Sinodal. Por la Biblia, la Palabra como fuente inagotable de gracia desde la que Dios le ha hablado a la humanidad en el Antiguo Testamento y en la buena noticia del Nuevo Testamento. Por María, modelo de mujer abierta a la gracia y la que dijo el Sí más grande de la historia. Por la Eucaristía, ofrenda de amor total de Cristo por nosotros que se entrega y nos compromete a ser pan para los demás. Por las herramientas usadas en el mundo del trabajo, transformador y significante de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Por la tierra, lugar de pertenencia que nos recuerda las tradiciones de nuestros pueblos y culturas.
En el Día de la Mujer, Alessandra Miranda, de la 6ª Semana Social Brasileña, llamaba a participar del Sínodo “con especial atención al papel de las mujeres en la Iglesiaâ€. Para eso hizo ver la necesidad de dos movimientos: “reconocer las mujeres y su protagonismo en los espacios de poder de la Iglesia y traer nuevas mujeres para que sean incluidas en todos los procesos de decisión de la comunidad eclesialâ€, insistiendo en la importancia de las mujeres en el mundo, en la sociedad y en la Iglesia.
Reconociendo el importante número de mujeres en esta Asamblea Sinodal del Cono Sur, unas 70, la Hna. Nelly Leone Correa, capellana de la Pastoral Carcelaria y Vicaria Pastoral de la Diócesis de San Felipe (Chile), mostró su alegría por poder reflexionar sobre el rol de la mujer en la Iglesia junto con obispos, clérigos, la Vida Religiosa y laical, diciendo que “la mujer es la columna vertebral de todas las Iglesias del Cono Sur, de América y del Mundoâ€. Sin embargo, ella recalcó que “nos falta dar un paso más, cómo ser más protagonistas en la toma de decisiones de la Iglesiaâ€, algo que piden las mujeres y quieren enviar a través de quienes participen del Sínodo en el mes de octubre, diciendo que “queremos propuestas claras, respuestas claras a nuestras solicitudesâ€.
Una participación en la Asamblea Sinodal del Cono Sur que Mercedes Ísola ve como una alegría y responsabilidad grande, pues “se siente un clima fuerte de una presencia palpable del Espíritu Santoâ€. Desde ahí insistió igualmente en como las comunidades de discernimiento han estado “pensando juntos el rol de la mujer en la Iglesia, la corresponsabilidad que tenemos, la participación que tenemos como bautizados, como construimos la Iglesia cada uno desde su rol específicoâ€. La laica argentina destacó que “es un llamado a ser corresponsables, a ser partícipes y a ser parte de la Iglesia “, algo que ve como un compromiso a llevar a las comunidades para así construir una Iglesia más sinodal.
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