Experimentamos el sentido de la familia de Dios en ?frica
Andrew Kaufa, smm – Adís Abeba
El camino sinodal puede ser difícil, pero es absolutamente necesario. Esta fue la experiencia de los participantes en la Asamblea continental africana de la Sinodalidad – celebrada del 2 al 6 de marzo en Adís Abeba (Etiopía) – que debatieron cuestiones prioritarias para la Iglesia en África.
La familia de Dios en África
La delegada, sor Esther Lukas José María, invitó a los participantes a pensar no en sí mismos, sino en la "Iglesia familia de Dios en África". "Aún no hemos llegado a la fase de las cosas por hacer – explicó – sino a la de escucharnos unos a otros y al Espíritu Santo. Esto es lo que ofreceremos como Iglesia en África. Y prioridad significa lo más importante, no todo. Como tenemos quince grupos, queremos conseguir quince áreas prioritarias, que reduciremos a cinco".
Priorizar los temas transversales
Sin embargo, como siempre ocurre en el discernimiento espiritual, elegir unas pocas prioridades entre quince resultó ser todo un reto. En la sesión vespertina del sábado 4 de marzo, el equipo sinodal tuvo que esforzarse mucho para que la asamblea se pusiera de acuerdo sobre los ocho temas transversales.
Áreas prioritarias
Tras mucho escuchar, la síntesis de las aportaciones de los quince grupos de trabajo puso de relieve los siguientes ámbitos prioritarios para la Iglesia en África: La pastoral familiar, centrada en el divorcio, los matrimonios fracasados y los vueltos a casar, y las familias monoparentales electivas y circunstanciales. A continuación, los valores culturales africanos, ya consagrados en la concepción de la Iglesia como familia de Dios desde el primer Sínodo africano de 1995, sin descuidar la doctrina de la Iglesia.
De nuevo, el respeto a la cultura comunitaria africana, expresada en filosofías como Ubuntu, Ujamaa, Indaba y Palaver, donde la corresponsabilidad y la subsidiariedad son principios clave. Se destacó el compromiso de luchar contra la explotación de los recursos naturales, que a menudo provoca guerras y conflictos sociales en el continente.
Entre los puntos también señalados está la promoción de la renovación litúrgica, para la participación activa de los fieles en las directrices del culto divino, y la formación del pueblo de Dios, donde se subraya la noción de inclusividad como forma de promover la sinodalidad en el gobierno de la Iglesia.
También se hizo hincapié en promover la inclusión de las mujeres, los jóvenes y todos los grupos del pueblo de Dios que se sienten marginados, y en la justicia medioambiental y la corresponsabilidad como forma de vivir un cambio sinodal para hacer frente a la crisis ecológica.
Qué hermoso y qué dulce es que los hermanos vivan juntos
Al término de la última sesión, que duró más de tres horas, los responsables eclesiásticos presentes en la Asamblea sinodal pronunciaron sus discursos de clausura. Por su parte, el cardenal Berhanayesus Souraphiel, arzobispo de Adís Abeba y presidente de la Conferencia episcopal de Etiopía, anfitriona del evento, expresó su gratitud al Simposio de la Conferencia episcopal de África y Madagascar (SECAM) "por haber elegido Adís Abeba como sede de la Asamblea sinodal, para que los delegados pudieran reflexionar juntos sobre los temas y dialogar sobre ellos con vistas a presentar un documento de fase continental y universal".
Para resumir su experiencia durante la Asamblea sinodal continental africana, el primer vicepresidente de la SECAM, el obispo mozambiqueño Lucio Andrice Muandula – que presidió todo el proceso, incluidas las dos sesiones preparatorias celebradas en Accra (Ghana) y Nairobi (Kenia), antes de la Asamblea – se refirió al pasaje bíblico: "¡Miren qué hermoso y qué dulce es que los hermanos vivan juntos! Es como óleo precioso derramado sobre la cabeza, que desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende sobre el borde de su manto (Salmo 133)".
Sinodalidad, comunión, participación y misión
Dirigiéndose a los delegados, el relator general de la XVI Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos y arzobispo de Luxemburgo, el cardenal Jean-Claude Hollerich, agradeció el espíritu que caracterizó a la Asamblea, especialmente durante el proceso de aprobación del proyecto del documento. El cardenal dijo:
El presidente de la SECAM, el cardenal Fridolin Ambongo, clausuró finalmente los trabajos agradeciendo al Gobierno de Etiopía, a la Iglesia católica local y al pueblo etíope su hospitalidad. También expresó su gratitud a los visitantes del Vaticano, a la SECAM y al equipo técnico de expertos, incluidos todos los delegados de África y sus islas, por su participación en la Asamblea.
“Kairós", un momento oportuno
"Es la primera asamblea, un 'Kairós' para la renovación de la Iglesia en África", dijo el cardenal Ambongo. "Ha sido un tiempo para estudiar, pero también para experimentar la sinodalidad. Fue un tiempo para experimentar el sentido de la familia de Dios en África. Fue un tiempo para escucharnos unos a otros, para escuchar al Espíritu Santo en las delicadas cuestiones que afectan al continente africano. Es una asamblea sinodal – concluyó – para renovar mutuamente nuestra misión aquí en África". Finalmente, la fase continental africana concluyó anteayer con una celebración eucarística en la parroquia de San Gabriel.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí