SÃnodo. Testimonios de sinodalidad en la Asamblea Regional CAMEX
Óscar Elizalde
Algunas reflexiones y testimonios, a modo de balance sobre lo vivido en esta semana, posibilita una aproximación a lo que se vivió en la Asamblea Regional Centroamérica-México (CAMEX). Para ello, tres laicos, , han compartido sus experiencias y testimonios ‘en clave sinodal’.
Experiencia de inclusión
“Esta asamblea ha sido de mucha bendición para míâ€, comenta Amador Pérez López, coordinador de la dimensión de laicos de la diócesis de Tehuacán, en México; para quien su condición de discapacidad “no es motivo para dejar de estar dentro de este trabajo que está haciendo la Iglesiaâ€. Durante la Asamblea CAMEX, fue notable el entusiasmo de Amador al desplazarse en su silla de ruedas a los diversos espacios de compartir y de diálogo, siempre con el apoyo de sus compañeros de delegación y de otros asambleístas.
Amador está convencido de que la misión que viene es “seguir llevando esperanza a todos los cristianos católicos y también a aquellos que no son católicos, porque trabajar en sinodalidad es trabajar unidos, compartir los dones y los carismas, sin importar el impedimento que se tengaâ€.
Participación viva y dinámica de las mujeres
Por su parte, la Hna. Rosmery Castañeda, quien hace parte de la comisión nacional para el Sínodo, en Panamá, manifiesta su alegría por lo vivido en esta semana: “he encontrado una riqueza preciosa entre los que hemos participado en esta Asamblea CAMEXâ€, dice, resaltando “la participación de mujeres consagradas y laicas que hemos reafirmado que nuestra participación en la Iglesia es viva y dinámicaâ€.
Además, añade la Hna. Rosmery, “en este camino sinodal vamos viendo que las mujeres también tenemos voz y podemos participar en las decisiones, porque conocemos la Iglesia, vivimos en ella y trabajamos en nombre de la Iglesiaâ€. “Siempre la mujer, como decimos en la vida religiosa, es el ala profética de la Iglesiaâ€, concluye la religiosa de la delegación panameña.
“La escucha es un donâ€
Santiago Ruíz es laico y hace parte de la pastoral garífuna de Honduras. En su experiencia, “esta Asamblea ha sido un ejercicio espiritual de escucha, de desarrollo de la competencia y la capacidad de escucha al otro, sabiendo que cuando se escucha es posible al complementariedad, la corresponsabilidad y la comuniónâ€. Al subrayar que “la escucha es un donâ€, asevera que “es fundamental para articular todo nuestro trabajo por el Reino de Diosâ€.
A partir de su vivencia en estos días, Monseñor Daniel Francisco Blanco, Obispo Auxiliar de San José de Costa Rica, expresa que “en este encuentro hemos podido conversar, nos hemos escuchado y hemos comprendido que el camino de la Iglesia debe hacerse en sinodalidad, donde la apertura al otro, la escucha del otro, siempre será indispensable para tomar decisiones en favor de la misión y del anuncio del Evangelioâ€.
Monseñor Daniel destaca la importancia de “compartir con hermanos laicos, de distintas pastorales y acciones misioneras dentro de la Iglesiaâ€, al tiempo que anima a todos los comunicadores y comunicadoras en la Iglesia para que continúen “la misión de seguir colaborando para que el camino sinodal siga adelante y sea todo un éxitoâ€. “Es muy importante que lo que se está realizando en esta fase continental, sea conocido en toda la Iglesiaâ€, apostilla el obispo, quien también es el referente del episcopado costarricense para la comunicación.
Sinodalidad en las parroquias
“Creo que el Señor nos está llamando, realmente, a caminar juntos y juntas, y para ello, es necesario que experimentemos también en las parroquias, en las diócesis, y a nivel de Iglesia, en general, todo este proceso de sinodalidad que es, realmente, volver al origen del Evangelioâ€, dice la Hna. María Elena Díaz, MM, de la Conferencia de Religiosas/os de Honduras (Confereh).
De igual forma, la religiosa afirma que “el Señor nos está llamando a aportar desde lo que somos, porque como bautizados tenemos el compromiso de ser corresponsables en la misión de la Iglesiaâ€, toda vez que “este proceso que está emprendiendo la Iglesia es del Espíritu, y nos invita a renovarnos y a transformar la sociedadâ€.
La presencia del sínodo digital
Desde la experiencia del Sínodo Digital, el mexicano José Manuel De Urquidi califica la Asamblea CAMEX como “una experiencia muy rica, muy única, en la que hemos buscado representar al continente digital y compartir lo que hemos hecho en la etapa anterior del sínodo, trayendo a esta etapa continental nuestra perspectiva y lo que hemos vividoâ€.
“Necesitamos seguir caminando juntos, comprendiendo que el continente digital es un nuevo areópago donde podemos evangelizar a las periferiasâ€, continúa De Urquidi, subrayando el imperativo de “acompañar a los evangelizadores digitales para que no caminen solosâ€.
Diálogo entre hermanos y hermanas
Monseñor Juan Manuel Cua, Obispo Auxiliar de los Altos, en Guatemala, destaca que lo más especial de la experiencia de la Asamblea Regional Centroamérica-México ha sido “el encuentro con los hermanos y hermanas y el diálogo a través de la ‘conversación espiritual’, que ha sido un método fabulosoâ€.
A propósito de lo vivido, el obispo guatemalteco llama la atención sobre dos aspectos. “Lo primero es que conformamos equipos comunitarios, y nos sentimos tan hermanos entre nosotros que hablamos desde la metodología de la ‘conversación espiritual’ que fue propuesta. Lo segundo –continuó el obispo– es que hemos querido en el grupo escuchar la voz del Espíritu y desde ahí plantear los horizontes que puedan servirnos en este caminar sinodalâ€.
Gratitud y libertad
Finalmente, el Padre Octavio Cruz, Vicario del Arzobispado de San Salvador, manifestó una “gratitud muy grande†a Dios y a sus hermanos y hermanas del grupo de trabajo. “Teníamos en mi grupo un obispo, estábamos dos sacerdotes y tres laicos, y la experiencia fue muy buena porque teníamos libertad a partir de nuestro bautismo y del sentido de ser, como Iglesia, responsables de llevar adelante nuestros sueñosâ€.
Con miras a las próximas Asambleas, el sacerdote salvadoreño anima “a los hermanos de las otras regiones de América Latina y el Caribe y, por qué no, de las otras regiones del mundo que están en otras partes del mundo, a que nos entusiasmemos, nos ilusionemos, y a dar lo mejor para llevar adelante este sínodoâ€.
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