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Pope

“Ustedes son la luz del mundo y la sal de la tierra” (cf Mt 5, 13-16): es el pasaje del Evangelio de Mateo que encabeza el de los obispos de la Conferencia Episcopal Panameña, al término de la primera Asamblea Anual Ordinaria, número 218, desarrollada del 6 al 10 de febrero de 2023.

Al inicio del Mensaje, que resume los temas abordados en los cinco días de encuentro, los pastores agradecen “por la vida y el pontificado del Papa Benedicto XVI, un modelo de pastor sencillo y humilde, cercano, bueno y sabio, que durante ocho años pastoreó con entrega y sabiduría a la Iglesia Universal”. De la misma manera, agradecen a “todos los que han participado en el proceso de escucha, los que han brindado sus reflexiones y recomendaciones que han sido parte importante en el aporte de la Iglesia panameña al Sínodo de la Sinodalidad convocado por el Papa Francisco”.

Continuar asistiendo a los migrantes y refugiados

Repasando las problemáticas que afectan al país, evidencian el incremento de la migración: "el 20% son niños, quienes están expuestos a la trata humana y las condiciones inhóspitas de la selva del Darién" observan. Por ello, exhortan a todos,  especialmente los cristianos a “acoger, proteger, asistir e integrar a los migrantes y refugiados, quienes nos necesitan en estas circunstancias tan difíciles de sus vidas”.  

La extracción minera nociva para la vida humana y la ecología

El texto de los obispos panameños refleja también su preocupación por “el futuro de las comunidades y pueblos donde se desarrolla la extracción minera, cuyos efectos son nocivos para la vida humana y la ecología”.

Aumento de violencia y crimen organizado

La sociedad panameña está alarmada, "por el aumento de la violencia, de los asesinatos desgarradores y el empoderamiento del crimen organizado, que tienen en permanente tensión a comunidades enteras”, añaden los prelados, invitando al mismo tiempo a la población a no paralizarse por el miedo sino a “unirnos como sociedad para combatir las raíces de esta problemática como son la pobreza, la corrupción, la desintegración familiar y la falta de oportunidades para una vida digna”.

Los obispos del Episcopado panameño reunidos en su primera Asamblea Anual Ordinaria, celebrada del 6 al 10 de febrero de 2023.

Necesario proyecto de desarrollo humano integral

Ante los aires preelectorales,- con vistas a las elecciones presidenciales que tendrán lugar en el país en mayo 2024 - invitan a “hacer un alto para reflexionar y reconocer las causas profundas de nuestros males sociales”. “Es impostergable enfocarnos en un proyecto de desarrollo humano integral – precisan – entendiendo que la mejor política no se limita al esfuerzo sólo de los partidos políticos de cara a unas elecciones, ni a la gestión del gobierno de turno, sino al esfuerzo de todos, comprometiéndonos y asumiendo la responsabilidad personal y comunitaria a través de la participación consciente, crítica, activa e incluyente”. Los prelados expresan también su preocupación por el aumento del costo de alimentos, medicinas y energía que condena al pueblo “a sobrevivir en condiciones de pobreza y sin la dignidad propia de la persona humana”.  

Aniversario de la visita de San Juan Pablo II a Panamá

Con motivo de los 40 años de la visita de San Juan Pablo II al país, anuncian la celebración del aniversario con una misa campal el próximo domingo 5 de marzo, que será presidida por el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Madariaga sdb, para hacer “memoria viva de todas sus enseñanzas impartidas, principalmente sobre la defensa de la familia, en las once horas que estuvo en suelo panameño”.

"Nos preparamos con gozo a celebrar los 100 años de la creación de provincia eclesiástica de Panamá en el 2025, acontecimiento histórico que ha marcado el caminar de nuestra Iglesia en Panamá", añaden los obispos de la CEP, informando sobre un “itinerario de eventos” que se dará a conocer.  Y finalmente concluyen:

Vivamos con esperanza renovada y confianza plena en Jesucristo, siendo la sal y la luz que necesita nuestra nación. Que el tiempo de cuaresma, que inauguramos con la peregrinación a Atalaya, nos haga solidarios con las necesidades de los más pobres, y que Jesús Nazareno, siga guiando la fe fuerte y humilde de los que peregrinaremos a su encuentro, para que juntos y bajo el amparo de Santa María la Antigua, podamos transformar nuestro Panamá, en el país que todos nos merecemos y anhelamos.