Ecuador: Inaugurado el Encuentro de participaci¨®n sinodal
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Compartir experiencias sobre el proceso sinodal y generar articulaciones con las diferentes acciones pastorales que se adelantan a favor de los pueblos originarios en el continente es uno de los objetivos del , instalado el 20 de febrero en Latacunga ¨C Ecuador.
Además de las cuatro Asambleas regionales
Se trata de un encuentro complementario a las cuatro Asambleas regionales de la Fase Continental del Sínodo en América Latina y el Caribe que busca garantizar una participación activa de los pueblos originarios en el proceso sinodal.
Propiciar un espíritu de sinodalidad
Más de cuarenta y cinco personas de ocho países del continente trabajan para propiciar un espíritu de sinodalidad capaz de hacer silencio para escuchar, ponerse en el lugar del otro, discernir y construir juntos, pensar en dar continuidad a los procesos y aportar al quehacer de la Iglesia universal.
Oración y fraternidad
El día se inició en oración. El auditorio aguardó en silencio la procesión de los representantes del pueblo guaraní. El canto y el ¡°ñemotimbo¡± ¨C esa acción de humear que purifica el lugar y a quienes lo habitan ¨Cdieron forma al momento cargado de respeto y devoción. El altar fue dispuesto con la cruz, las flores, la luz de las velas, las artesanías guaraníes y el deseo unánime de entregar la jornada, disponer el corazón y la mente para que el Espíritu se manifestara en actitudes y palabras, guiando el camino.
¡°Vengan aclamemos al Señor, demos vítores a la roca que nos salva¡±, fue el salmo de la oración de laudes del día, que resumió el sentir de los asistentes a este Encuentro de participación sinodal cuya diversidad no los aleja de compartir el amor por el Creador, señor y dueño de la vida, un amor que se traduce en servicio.
Entregado el día a la voluntad de Dios se inició la presentación de las delegaciones que saludaron mirándose a los ojos o usando diversas formas en una dinámica que trajo alegría y cercanía al momento preliminar al acto de instalación oficial del Encuentro.
Un panel de experiencias
Monseñor José Hiráis, obispo de Huejutla en Hidalgo, México, y presidente de la Comisión de Pueblos originarios del CELAM hizo una breve reseña del camino sinodal, en el que considera los pueblos originarios tienen mucho que aportar al caminar de las Iglesias particulares y de la Iglesia universal; para que se valore su existencia y realidad de tal manera que a partir de los aportes de los pueblos indígenas se pueda discernir sobre las acciones que se pueden emprender para ¡°acompañarlos en la vivencia de su fe y de sus luchas por un progreso integral e incluso en su resistencia ante diferentes amenazas¡±.
Empeño que el CELAM ha mantenido a lo largo de su historia y que fue tema de análisis hecho por el panel de invitados integrado por monseñor Víctor Correa, obispo emérito de Riobamba, Hosanna Castro y el padre Alcides Catota.
Al recordar su paso por el CELAM, monseñor Víctor Correa destacó el acompañamiento de los programas, talleres y encuentros, planificados por el organismo, las diócesis y conferencias episcopales que traen su fuerza, dinamismo y futuro gracias a los catequistas, servidores y animadores indígenas porque son sujetos protagonistas de la evangelización de sus propias comunidades.
Aportación de la mujer indígena
Hosana Castro de Oliveira del pueblo Puruborá, en Brasil, se unió diciendo que es la primera en ejercer el papel de cacique, lo que la ha llevado a asumir diferentes retos y soportar gestos de discriminación frente a los que confía sean situaciones transitorias y que su propio pueblo comprenda todo lo que como mujer indígena y lideresa puede aportar.
Mientras que el padre Alcides Catota, vicario de pastoral indígena de la diócesis de Latacunga abogó por un acompañamiento de la Iglesia más allá de los procesos de evangelización que desde luego reconoce como fundamentales sin que se ignoren las luchas y necesidades de los pueblos indígenas en materia de acceso a derechos fundamentales.
Escuchar, dialogar y pensar
Concluido este primer momento del encuentro Mauricio López, director del Ceprap y miembro de la comisión metodológica del sínodo, recordó que para entender el momento que está viviendo la Iglesia es necesario honrar a los que ¡°nos antecedieron¡±. Lo que estamos trabajando ahora hace parte de un proceso, un largo camino vivido que ubicándonos desde lo histórico podremos entender que la sinodalidad hace parte de la identidad de la Iglesia. Una palabra que resuena en muchos espacios y tiene un significado que calificó de potente:
Así, explicó la importancia de adherirse a este camino haciendo un buen uso del método de la conversación espiritual que durante la tarde se desarrollarían en grupos de trabajo.
Superar el miedo
Allí se leyó un fragmento del documento para la fase continental del sínodo y se respondieron dos preguntas dirigidas a las intuiciones que resuenan con más fuerza en las realidades y experiencias concretas de la Iglesia del continente y cuáles de ellas pueden considerarse novedosas o iluminadoras. Propuesta que desde los grupos facilitó la escucha y concluyó con la puesta en común sobre los pensamientos y reflexiones que empiezan a surgir en los participantes e invitan al discernimiento.
Las actividades del día concluyeron con la celebración Eucarística que en esta oportunidad fue presidida por monseñor Víctor Corral, obispo emérito de Riobamba.
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