Cuba celebra el 25º aniversario de la visita de San Juan Pablo II
Pope
Con un regalo para la Iglesia en Cuba, una reliquia de la sangre de San Juan Pablo II, comenzó la celebración eucarística presidida por el cardenal Beniamino Stella ayer en la Catedral de La Habana. Esta iniciativa forma parte del periplo que hará por las distintas diócesis del país en festejo por el vigésimo quinto aniversario del viaje apostólico de 1998.
, una publicación católica dominical fundada en el año 1962, informa que en sus palabras iniciales, el cardenal Stella se dirigió a los cristianos católicos del país y a sus hermanos y hermanas consagradas, a quienes mostró gratitud por dar testimonio valiente y generoso de Cristo en sus vidas cotidianas.
Que Dios avive la fe y aliente la esperanza
Asimismo, hizo memoria de la celebración acontecida aquel 24 de enero de 1998 en la Plaza Antonio Maceo de Santiago de Cuba, en la cual el Santo Padre coronó con sus propias manos la imagen de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre; y luego pidió por la paz y la reconciliación del pueblo cubano, para que Dios avive la fe y aliente la esperanza.
Con los cantos de aquel momento histórico
La Eucaristía estuvo acompañada por los mismos cantos que en aquella oportunidad se escucharon; y fue concelebrada por el cardenal Juan de la Caridad García; monseñor Giampero Gloder, actual Nuncio Apostólico en Cuba; monseñor Emilio Aranguren, obispo de Holguín y presidente de la Conferencia cubana de los obispos católicos; monseñor Eloy Ricardo Domínguez, obispo auxiliar de San Cristóbal de La Habana; y los presbíteros y religiosos de casi todas las congregaciones presentes en la capital cubana.
Testigos del Señor
Durante su homilía, el cardenal Beniamino Stella recordó cómo la visita del Papa Juan Pablo II fue largamente deseada y significativa para su pueblo, y añadió:
"Fue preparada con pasión y con esmero por los cristianos católicos y presidida por un emotivo recorrido de la Virgen de la Caridad, que peregrinó por las parroquias y comunidades, haciéndonos palpable la fe de tantos que habían sido testigos del Señor y que veneraban con amor a la Patrona de Cuba".
Fijar los ojos en Cristo
También animó a los presentes a orar sin cansancio, sostener mejor testimonio, redescubrir la unción del Espíritu Santo y a fijar los ojos en Cristo para obtener vitalidad, alegría y mayor compromiso misionero:
"En Cuba, como en tantas otras partes del mundo, la Iglesia se renueva constantemente. Algunos miembros del pueblo santo de Dios han partido al encuentro del Señor o han emigrado a otros lugares, y también llegan siempre otros hermanos y hermanas, sobre todo catecúmenos y niños pequeños".
“Es un desafío importante para los catequistas y agentes de pastoral ayudar a los antiguos y nuevos cristianos a saberse y vivir bajo la misión del Espíritu de Dios, dijo el purpurado.
Intenciones
Entre las intenciones oradas comunitariamente en la misa, figuraron peticiones por los jóvenes cubanos, las mujeres, niños, enfermos, ancianos y presos. Además se entregó a los matrimonios las palabras que les dedicó Juan Pablo II en su homilía en Santa Clara, y a los jóvenes que participarán en la próxima Jornada Mundial de la Juventud (Lisboa, 2023) el mensaje ofrecido durante la visita del Santo Papa polaco a Cuba hace 25 años.
Una vez ofrecida su bendición a los participantes, el cardenal Beniamino Stella, acompañado por los obispos presentes, sacerdotes, religiosas y un grupo significativo de laicos, se dirigieron al parque San Juan Pablo II, para orar y colocar flores ante su imagen que tan gratos recuerdos dejó en Cuba.
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