Los Obispos del 笔别谤ú invocan: ?No a la violencia!, ?No al desgobierno!
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“La violencia no es la solución a la crisis ni a las diferencias. ¡No más hechos de violencia!, ¡No más muertes! ¡El Perú debe ser nuestra prioridad!”, es el , ante los recientes y dolorosos acontecimientos de violencia que está viviendo este país Sudamericano, después de que el Congreso haya aprobado, el pasado miércoles 7 de diciembre, la destitución del Presidente Pedro Castillo, su sucesiva detención tras el intento de golpe de Estado, y las protestas que se generaron en varias ciudades peruanas contra la destitución de Castillo, el nombramiento de Dina Boluarte como presidenta del país y la convocatoria de nuevas elecciones.
Invocación a construir puentes de diálogo
En el , la Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), hace “una apremiante invocación a construir puentes de diálogo, llamando a la serenidad a todos nuestros compatriotas que realizan protestas en diversas partes del país, cuyos reclamos, cuando justos, deben ser escuchados; pero que ejerzan su derecho sin violencia”. Asimismo, los Obispos peruanos lamentan “profundamente el fallecimiento de dos personas en Andahuaylas, Apurímac, como resultado del enfrentamiento entre manifestantes y las Fuerzas del Orden. A sus familiares nuestras profundas condolencias”.
No podemos darnos el lujo de un desgobierno
Los Obispos también invocan “a las Fuerzas del Orden, especialmente a la Policía Nacional del Perú, para actuar en el marco de la Ley, velando por la integridad de las personas; a la clase política, de manera especial al Poder Ejecutivo y a los Congresistas de la República, para preocuparse por la institucionalidad, el orden democrático, el debido proceso y el bien común de todos los peruanos, especialmente de los más desprotegidos. Y a todas las Instituciones del Perú – los Obispos piden – que procuren la estabilidad del país, porque no podemos darnos el lujo de un desgobierno en nuestra Patria”.
Proteger la democracia y la fraternidad
Finalmente, los Obispos peruanos señalan que, “nuestro querido país no debe continuar en la zozobra, el miedo y la incertidumbre. Necesitamos diálogo sincero, calmar los ánimos para proteger nuestra débil Democracia, conservar la institucionalidad y mantener la fraternidad de nuestro pueblo”. Y en la fiesta de la Emperatriz de América, los Obispos piden que, “la Santísima Virgen de Guadalupe nos guíe por caminos de justicia y de paz”.
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