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Lisa Zengarini - Pope

Miles de manifestantes se unieron el domingo 4 a varias marchas pacíficas en la República Democrática del Congo (RDC) para protestar contra la creciente violencia e inseguridad en sus provincias orientales de Kivu Norte e Ituri, ricas en recursos minerales que atraen intereses extranjeros.

Preocupación de los obispos por la inseguridad en el este del Congo

Las marchas fueron convocadas por la Conferencia Episcopal Católica local (CENCO) tras una Asamblea General extraordinaria celebrada a principios de noviembre. En la declaración final, los obispos expresaron su preocupación por la violencia dirigida contra la población civil en las provincias de Kivu Norte e Ituri, advirtieron contra la "balcanización" del país y pidieron a los ciudadanos congoleños "que se levanten para salvaguardar su integridad territorial". "

No a la "balcanización" de la RDC

"Todo ciudadano congoleño que ame a su país y se conmueva por el sufrimiento de su pueblo debe levantarse para oponerse al proyecto de balcanización de la RDC", reiteró el cardenal Ambongo Besungu de Kinshasa en un mensaje dirigido a los manifestantes, en el que explicaba que la iniciativa no tenía fines políticos, sino que pretendía mostrar "al mundo entero que somos un solo pueblo unido por la causa nacional, unido por la unidad y la soberanía de nuestro país, pero también por la dignidad de nuestro pueblo".

Injerencia extranjera

Durante casi tres décadas, las provincias de Kivu Norte e Ituri se han visto empañadas por una violencia que las fuerzas de paz de la ONU, la MONUSCO, no han conseguido frenar, lo que ha aumentado la frustración de la población.

Las autoridades congoleñas culpan a Ruanda y Uganda de patrocinar movimientos rebeldes en estas zonas, concretamente el movimiento terrorista 23 de Marzo (M23), y de utilizarlos para robar los minerales del país. El presidente ruandés, Paul Kagame, siempre ha negado estas acusaciones, y las tensiones entre Kigali y Kinshasa son muy fuertes.

Acción ineficaz de la comunidad internacional

Los obispos congoleños se han sumado a las acusaciones y también han criticado duramente a la comunidad internacional, incluidas la ONU y la Unión Europea, por mantenerse al margen mientras continúan las masacres en el este del Congo.

Muchos sectores han criticado aún más a la UE después de que el Parlamento Europeo aprobara la semana pasada una controvertida medida de ayuda por valor de 20 millones de euros para apoyar el despliegue continuado de fuerzas militares ruandesas en el Cabo Delgado de Mozambique para luchar contra las milicias islamistas que operan en esa provincia...   

La crisis actual estalló hace un año, cuando los militantes del M23 conquistaron amplias zonas de Kivu Norte, y se desplegaron tropas ugandesas en la provincia para luchar contra el grupo rebelde ugandés Fuerzas Democráticas Aliadas.  El grupo ha perpetrado masacres contra civiles, la última de las cuales ocurrió el 29 de noviembre en la aldea de Kishishe, a unos 70 kilómetros de Goma, la capital de Kivu del Norte.

Visita del Papa Francisco a la RDC

Debido a la continua inseguridad en el este del Congo, durante su Viaje Apostólico a la nación africana del 31 de enero al 3 de febrero de 2023, el Papa Francisco no visitará Goma para reunirse con las víctimas de la violencia como estaba previsto inicialmente. En su lugar, se reunirá con ellas en la nunciatura de Kinshasa el 1º de febrero.