Colombia. El Obispo de Tumaco pide un alto al fuego como signo de Navidad
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“Hagan un alto al fuego para este tiempo de Navidad y Año Nuevo”: con estas palabras Monseñor Orlando Olave Villanova, obispo de Tumaco, se dirigió a la disidencia de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y de la nueva Marquetalia, para pedir un alto al fuego para esta Navidad y Año Nuevo en el territorio de Nariño y de Piedemonte Andino Costero que ha seguido sufriendo durante décadas la presencia de múltiples grupos armados. Por sus ríos y pueblos desfilan paramilitares, guerrilleros, cárteles, bandas y narcotraficantes, repartiéndose la tierra para cultivar coca y otras actividades ilegales. De hecho, la zona también se utiliza como plataforma marítima para la exportación de drogas por la ruta del Océano Pacífico y como ruta para el transporte de drogas y armas hacia Ecuador, Putumayo y Cauca.
Llamado a la bondad que hay en los corazones
“Yo sé de sus deseos de paz y reconciliación para las comunidades, por eso, acudiendo a la bondad que hay en sus corazones y en nombre del rostro tierno de los niños, la mirada esperanzadora de los jóvenes y el anhelo de bienestar que hay en todos los habitantes de esta bendita tierra del Pacífico nariñense, les ruego encarecidamente: ¡cesen sus acciones y operaciones armadas en este esperanzador territorio!”, afirma el prelado en un video dirigido a la guerrilla, el pasado 7 de diciembre, durante una visita pastoral a la parroquia de San Juan Bautista en el municipio de Charco Nariño, donde se reunió con las autoridades municipales.
Seguir construyendo la reconciliación
“Que ese signo, que espero hagan como gesto y camino de paz, ayude a seguir construyendo la reconciliación total en nuestras comunidades, que se fundamenta en la vida digna, sin temor ni zozobra, en el desarrollo y bienestar para todos, compromiso primordial, que no es sólo de ustedes, sino también de nosotros como sociedad civil, de nuestros gobernantes locales, regionales y nacionales, porque para todos es indudable que la reconciliación inicia con signos de paz”, concluye monseñor Olave Villanoba.
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