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Sebastián Sansón Ferrari - Pope 

Hace 26 años, el obispo encargado de las Causas de los Santos en Argentina planteó al Episcopado convocar a una Jornada, en la Solemnidad de Todos los Santos, con un doble objetivo: tomar conciencia de que todos estamos llamados a ser santos y rezar por los candidatos argentinos a recibir el honor de los altares. Lo explica Monseñor Santiago Olivera, obispo delegado para las y Obispo Castrense en el país, durante una larga entrevista con Radio Vaticana - Pope.

Olivera puntualiza que un subsidio, un , y para invocar a los santos y beatos argentinos son los materiales preparados para facilitar la celebración de la Jornada. Incluso escribió una carta en la que afirma que, "conociendo los frutos pastorales que se pueden obtener", solicita a todos los sacerdotes la amabilidad de recordar y animar a los fieles, invitándolos a comprometerse con la oración del triduo propuestos por distintas intenciones.

A 60 años del inicio del Concilio Vaticano II, que potenció la conciencia sobre el llamado universal a la santidad, Olivera considera que, en cuanto a la conciencia sobre este punto, "está mucho mejor". No obstante, constata que aún hay múltiples desafíos pendientes; destaca el de descubrir verdaderamente que el camino hacia la santidad exige una vida exigente. "No vivir en la mediocridad implica ser hombres y mujeres de oración", sostiene el prelado. El desafío es ayudar al pueblo a profundizar la fe a la luz de la Palabra de Dios, un reto que no se acaba. "Seremos pocos, pero estamos llamados a ser, en medio del mundo, valientes y alegres servidores del Evangelio".

"Todavía hay mucho del Concilio por estrenar, por vivir, pero, sin duda, este Concilio nos recordaba la llamada universal a la santidad, y después los distintos Papas (recuerda la exhortación apostólica de Francisco) nos dieron un gran empujón para descubrir que nuestra vocación es proclamar la vía del Evangelio en nuestra vida, y ser otros Cristos", dice Olivera.