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Federico Piana - Ciudad del Vaticano

Hoy se inaugura en la ciudad escocesa de Glasgow el 25º Congreso Internacional de Stella Maris, la asociación católica que en todo el mundo vela por el bienestar material y espiritual de los marineros, los pescadores y sus familias, gracias a la labor capilar de cientos de capellanes y voluntarios presentes en unos 300 puertos de 50 naciones.

Escuchar, comprender y discernir

"Este evento durará cuatro días. El tema será cómo la organización puede responder a los temores que han surgido entre la gente de mar tras el estallido de la pandemia y la escalada de tensiones internacionales provocada por la guerra en Ucrania", explica el padre Bruno Ciceri, director internacional de Stella Maris. Durante la conferencia, explica, habrá espacio para la presentación de algunas historias contadas en primera persona por quienes hacen todo lo posible por ayudar a la gente de mar en situaciones de extrema emergencia y dificultad.

Conocer a fondo a los pescadores

"También será una oportunidad", revela el padre Ciceri, "para centrarse en los pescadores. Con la colaboración de una universidad, estamos llevando a cabo una importante investigación mundial sobre los aspectos críticos de algunos de los puertos en los que operan: el tráfico de personas, el trabajo forzado y la explotación".

El congreso servirá a Stella Maris sobre todo para mirar al futuro, dice el sacerdote: "Se cumplen ahora 102 años de su fundación y hay que tratar de entender cómo se puede responder hoy, de manera diferente, a las necesidades de la gente de mar que, al fin y al cabo, son siempre las mismas: por ejemplo, la comunicación con sus familias y la búsqueda de un lugar que les acoja cuando están en tierra extranjera".

Proximidad y afecto

Estar cada vez más cerca de los marineros y pescadores será, por tanto, el programa de los próximos años de Stella Maris. "Pensemos", concluye el padre Ciceri, "en uno de ellos que llega a un puerto italiano desde Filipinas: ¿qué puede hacer? ¿dónde puede ir? Allí estamos para hacerlos parte activa de nuestra comunidad social y eclesial".