Cardenal López Romero: La Iglesia está presente en el mundo como levadura
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Gracias al Concilio hemos avanzado en que la Iglesia esté más presente en el mundo como levadura, como fermento, como luz; no instalada en su terreno de control, sino de salida hacia fuera, lo que el Papa llama una Iglesia en salida”, lo dijo el Cardenal Cristóbal López Romero, Arzobispo de Rabat, Marruecos, en el día en el que la Iglesia celebra 60 años de la apertura del Concilio Vaticano II.
Zatti un ejemplo y un estímulo a la caridad
En su vista a Roma, con ocasión de la canonización de los Beatos Juan Bautista Scalabrini y el coadjutor salesiano, Artémides Zatti, dialogamos con el Arzobispo de Rabat sobre el significado de la celebración que realizó el Papa Francisco este domingo, al declarar dos nuevos santos para la Iglesia. El cardenal López Romero dijo que, “he vivido esa celebración con una gran emoción, porque he vivido 18 años en Paraguay y 3 en Bolivia, muy cerca de Argentina, donde vivió, trabajó y murió Artémides Zatti. Y además, porque he tenido la ocasión de conocer al salesiano que recibió el milagro por el cual fue declarado Beato. Ahora, el milagro para la canonización fue recibido por un filipino”.
El Purpurado manifestó su emoción por el hecho de que, “un hermano simple, sencillo, humilde, haya sido elevado a los altares como un ejemplo y un estímulo a la caridad, es decir, él se distinguió por haber dado su vida entera al cuidado de los pobres, sobre todo, de los enfermos pobres. Esto es un acicate para que todos nosotros también vivamos nuestra vida al servicio, como Salesianos, de los jóvenes más pobres y abandonados. Yo creo que el camino de la vida salesiana, al ejemplo de Don Bosco, en el seguimiento de Cristo es un camino de santidad como se demuestra en este humilde coadjutor salesiano”.
El fenómeno migratorio es de siempre y de todas partes
Al recordar que la familia de Artémides Zatti vivió el fenómeno de la migración que lo condujo de Italia a Argentina, el cardenal López Romero señaló que, “el fenómeno migratorio no es de ahora, ha sido de siempre. La humanidad se ha dirigido de un lugar a otro según las circunstancias económicas, sociales y políticas. Eso ha existido siempre, es decir, que no es un fenómeno actual, ni solamente de África hacia Europa. Actualmente, por ejemplo, en América hay muchísimos flujos migratorios de Centroamérica hacia Norteamérica, en Sudamérica en Argentina se encuentran más de un millón de bolivianos y paraguayos, ha habido una migración extraordinaria por causa política de Venezuela hacía Colombia, Perú, Ecuador y hasta Chile, es decir, el fenómeno migratorio es de siempre y de todas partes”.
El Arzobispo de Rabat también dijo que, estos flujos migratorios son un fenómeno y no un problema. “A veces es una solución a ciertos problemas. Es un fenómeno causado por otros problemas. El problema no es la migración sino el hambre, la miseria, la pobreza, la guerra, las persecuciones políticas, todo eso causa la migración. La gente deja su país, su familia y su ambiente natural porque tiene que buscarse obligatoriamente una situación mejor”.
El fenómeno migratorio en Marruecos
El Cardenal López Romero al referirse al fenómeno migratorio en su país y en su diócesis dijo que, “Marruecos es un país de dónde salen muchísimos migrantes. Yo creo que hay por lo menos en el mundo 5 o 6 millones de marroquíes, sobre todo, en Francia, también un millón en España, aquí en Italia también. Es un lugar también de paso, porque muchísimas personas migrantes que vienen de distintos países de África atraviesan Marruecos y a veces se quedan durante tres meses, seis meses, un año, tres años o cinco años, o para siempre. De manera que, nosotros vivimos el fenómeno migratorio como país de acogida, como país de paso y como país también de salida hacia Europa”.
El Arzobispo de Rabat señalo que, a través de Cáritas Parroquial y Diocesana, estamos intentando hacer lo que humanamente podemos. “Nos da la impresión de querer arreglar una rueda de tractor con un parche de bicicleta, es decir, el problema es demasiado grande. Por lo menos, intentamos ayudar a cuantos podemos entre los menores no acompañados, los enfermos y las mujeres con niños o embarazadas. Los otros, no podemos llegar a atenderlos totalmente”.
Concilio Vaticano II un impulso para la Iglesia
El cardenal López Romero, en su visita a Pope, también recordó que un día como iniciaron los trabajos del Concilio Vaticano II y el camino que la Iglesia ha recorrido en la aplicación de los documentos conciliares. “Estudiando la historia de la Iglesia se nos decía que la aplicación del Concilio de Trento llevo más de un siglo, es decir, que para que todos aquellos momentos se llevasen a la práctica en el mundo entero tuvieron que pasar más de 100 años y ahora llevamos 60 del inicio del Concilio Vaticano II. Yo creo que muchas cosas han cambiado desde entonces, gracias al Concilio hemos avanzado en que la Iglesia esté más presente en el mundo como levadura, como fermento, como luz; no instalada en su terreno de control, sino de salida hacia fuera, lo que el Papa llama una Iglesia en salida, pero queda todavía muchísimo por hacer”.
Así que el Concilio Vaticano II hay que todavía recuperarlo porque en estos 60 años hemos dado dos pasos adelante uno atrás o dos atrás uno adelante y eso ha hecho difícil las transformaciones que el Espíritu Santo a través de este Concilio propone a la Iglesia. “No es fácil aceptar los cambios no está instalado en una situación confortable, no es fácil aceptar cambios que nos desestabilizan y qué ponen en cuestión las posturas que cada uno ha adoptado en la pastoral, en la liturgia, en tantos campos. El Concilio Vaticano II ha sido un gran don y continúa siéndolo todavía. Pido al Espíritu Santo que nos dé luz y que nos de fuerza para llevar a la práctica todas las intuiciones, las sugerencias, las indicaciones que este Concilio nos ha propuesto y nos sigue proponiendo”.
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