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Mario Galgano - Riga

Baiba (nombre ficticio) lleva seis años en prisión. En tres meses volverá a ser libre. "Espero con alegría el día en que pueda salir de la cárcel", dice en una entrevista con Radio Vaticano/Pope. Baiba está en la cárcel de mujeres de la capital letona por delitos económicos. "Al principio fue muy difícil para mí estar entre rejas, y sobre todo no podía hacer las paces conmigo misma, porque no quería admitir ni siquiera a mí misma mis errores", añade esta madre de dos hijos y abuela de tres nietos. Su marido la espera, y él también se alegra de poder volver pronto a casa.

Oración y clases práctivas sobre la vida en libertad

Se inscribió con entusiasmo en el proyecto asistencial y obtuvo tres diplomas. Un acontecimiento clave para ella fue también una peregrinación a Aglona, ya que el grupo asistencial también ofrece programas espirituales. "A través de la oración, pude finalmente hacer las paces conmigo misma". El proyecto incluye clases y prácticas sobre la vida cotidiana en libertad. Por razones de espacio, pueden participar un máximo de 15 mujeres. Otras 15 reclusas pueden participar en cursos de arte creativo. "El encuentro pedagógico-creativo abre la mente y el corazón", afirma Daina Strelevica, directora del proyecto promovido y financiado por la organización caritativa católica Bonifatiuswerk. En promedio, las sentencias oscilan entre cinco y seis años. Las mujeres pertenecen a todos los estratos de la sociedad y a todos los grupos de edad. "Es fácil enviar a las personas a la cárcel y luego olvidarlas allí", dice Strelevica. El objetivo del proyecto es ayudar a las reclusas a prepararse para la vida después de la cárcel. También pretende ayudar a las detenidas a reconocer sus talentos. Por último, quiere ayudarles a desarrollar el pensamiento crítico y a comprender los problemas de la sociedad.

El cuidado de las almas es lo primero

Como voluntaria, la abogada letona Ilze Vilka ayuda a las mujeres encarceladas a comprender la importancia de la ley y sus derechos y deberes. Zane Karele es psicóloga y en sus cursos muestra cómo, con una determinada cultura comportamental y comunicativa, se puede ser reintegrado en la sociedad. La artista Magone Boleiko ofrece a los participantes consejos útiles sobre cómo mejorar el entorno en el que viven ellos y sus familias con pequeños medios y el uso de materiales fácilmente asequibles. El apoyo de las organizaciones asistenciales católicas es ofrecido en el sentido de la doctrina católica, y sobre todo corresponde a la preocupación del Papa Francisco. En la prisión estatal de mujeres Ilguciems, el cuidado de almas es lo primero, y esto también en un sentido ecuménico, ya que la llevan a cabo las tres principales confesiones del país. De hecho, junto a la pastoral católica existe también el cuidado de almas evangélico luterano y el apoyo ortodoxo.