En Asís los jóvenes muestran la esperanza en un futuro mejor
Sebastián Sansón Ferrari y Amedeo Lomonaco - Enviados especiales a Asís
La primera jornada de Economía de Francisco en Asís se inauguró con una serie de debates y mesas redondas para presentar "la cosecha", es decir, lo que se ha conseguido a través de los proyectos ejecutados en todo el mundo para hacer frente a los problemas y retos económicos contemporáneos. Jóvenes economistas y emprendedores compartieron las semillas y los frutos esparcidos en diversas regiones del planeta. Así lo subrayó a Pope Luigino Bruni, director científico de Economía de Francisco, añadiendo que el movimiento nacido por impulso del Papa está abierto a todos, a toda contribución que vaya en dirección a la paz y la justicia.
¿Con qué espíritu ha vivido la apertura de la Economía de Francisco?
Con inmensa e infinita gratitud al Papa Francisco por haber confiado en estos jóvenes. El Pontífice es uno de los pocos en el mundo que lo hace. De hecho, todo el mundo habla de los jóvenes, pero los jóvenes están fuera de los lugares que importan en la sociedad actual. Así que una gran gratitud al Papa y una alegría personal al ver cómo un deseo se ha convertido en algo que supera todas las expectativas. Y es maravilloso ver a estos 1.000 jóvenes de todo el mundo unidos y dándose cuenta de que la Europa cerrada y nacionalista, que se cierra en guerras, es el pasado. Los jóvenes quieren otra cosa: quieren encuentros, paz, fraternidad. Hay una gran esperanza de un futuro mejor gracias a los jóvenes.
¿Qué opina sobre estos jóvenes empresarios en el camino, ya recorrido durante la pandemia, con sus encuentros virtuales?
Este es un proceso que comenzó hace tres años y medio. es de 2019. En esta primera jornada, los jóvenes se centraron en lo que ya se ha producido en el mundo. No es sólo un anuncio, sino una realidad. Puedes ver lo que está ocurriendo gracias a los jóvenes en Sudamérica, en África. Han surgido verdaderas empresas, cooperativas. Un árbol pequeño no puede verse solo. Se ve en cambio un bosque. Ver todas estas realidades juntas en una red es un poco como una semilla que puede convertirse en un gran árbol.
¿Cuál cree que es el mayor reto para estos jóvenes en cuanto a la construcción de una nueva economía?
La primera es no volverse cínicos como adultos. Luego, para poder mantener esta fe en la fraternidad, en la justicia, y para poder continuar por este camino en sus países. Y que este movimiento sea cada vez más amplio para cambiar realmente la economía.
¿Qué le gustaría decir a los jóvenes que aún no participan en la Economía de Francisco?
En primer lugar, si son economistas o empresarios que se preocupan por la paz y la justicia, que encuentren la manera de conectar con la Economía de Francisco: esta realidad tiene una gran "biodiversidad". Y hay mil maneras de vivir la economía en nombre de Francisco de Asís y del Papa Francisco. Hay espacio para todos. Todo está por construir y todos los que llegan son el centro. Y nadie es una periferia.
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