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Iglesia catedral de Santiago de Cuba Iglesia catedral de Santiago de Cuba

Cuba. La Iglesia cat¨®lica present¨® la S¨ªntesis del proceso sinodal

El Equipo de Referencia Nacional del Proceso Sinodal present¨® la S¨ªntesis del proceso sinodal de la Iglesia Cat¨®lica en Cuba, en la que ha intentado recoger, con fidelidad, los aportes de las 11 di¨®cesis de la Iglesia que est¨¢ en Cuba, y nos muestra el camino que el Esp¨ªritu Santo nos impulsa a recorrer para asumir la misi¨®n que Jes¨²s nos confi¨®.

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¡°Este itinerario nos ha situado en un tiempo de Gracia, en el cual el Espíritu ha ido generando en cada uno de nosotros y nuestras comunidades, la posibilidad de renovarnos en la comunión, participación y misión, en orden a responder a las necesidades del hombre de hoy, haciéndonos experimentar la alegría del Evangelio, manantial de Vida Nueva¡±. Este es el resultado del proceso sinodal que ha realizado la Iglesia en Cuba, así lo dio a conocer el Equipo de Referencia Nacional del Proceso Sinodal, al presentar la que ha intentado recoger, con fidelidad, los aportes de las 11 diócesis de la Iglesia que está en Cuba, y nos muestra el camino que el Espíritu Santo nos impulsa a recorrer para asumir la misión que nos confió Jesús. 

Una honda acción de gracias por este itinerario sinodal

Los Obispos señalan que, la Iglesia que peregrina en Cuba quiere, junto a su Señor Jesucristo, expresar una honda acción de gracias al Padre. Este itinerario sinodal, al que nos convocó el Papa Francisco, ha sido acogido como un Don del Espíritu para esta porción del pueblo de Dios; damos gracias por todos aquellos que se han implicado en el camino: obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, diáconos permanentes, seminaristas y especialmente por los fieles laicos. Agradecemos la disponibilidad para el servicio, el tiempo y los recursos puestos a disposición de este momento eclesial por parte de los diversos referentes diocesanos y sus equipos, a todas las comunidades cristianas, así como la compañía orante de las órdenes contemplativas y de tantos hermanos y hermanas que nos han sostenido con la fuerza que brota de la oración.

El estilo sinodal presente en la historia de la Iglesia

Nuestra gratitud, precisan los Obispos cubanos, se adentra en la historia de esta Iglesia y se extiende a hitos del pasado, porque hemos reconocido que el estilo sinodal, sin usar esta terminología, nos ha acompañado en otros acontecimientos importantes: la Reflexión Eclesial Cubana (REC), iniciada en el 1981, que fue implicando progresivamente a las comunidades cristianas, y que tuvo un momento de síntesis y de relanzamiento en el Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC) celebrado en febrero de 1986; la peregrinación de la Cruz del V Centenario de la Evangelización de América, los distintos momentos de preparación a las visitas de los últimos tres Papas a Cuba, los itinerarios de oración, reflexión y Planeación Pastoral Participativa con que se han elaborado los Planes Pastorales Nacionales y la celebración del IV Centenario del hallazgo y presencia de la imagen de la Virgen de la Caridad (2009 - 2012); nos muestran que el Pueblo de Dios en Cuba, con luces y sombras, ha experimentado el beneficio y el gozo de ¡°caminar juntos¡±.

El proceso sinodal a nivel nacional

Además, los Obispos afirman que, ¡°hemos constatado con alegría que la totalidad de las once diócesis del país se involucraron en el proceso sinodal, cada una de acuerdo a su realidad y a sus posibilidades¡±. Todas crearon un equipo diocesano que ha animado, orientado y seguido el itinerario en la Iglesia local. Representantes de estos equipos se reunieron en La Habana, en diciembre de 2021, para discernir y programar nacionalmente la propuesta que el Papa nos hacía. A partir de este encuentro se potenciaron un sinnúmero de iniciativas, con gran creatividad y originalidad, para sensibilizar a todos los miembros del Pueblo de Dios en este camino. Así fueron naciendo distintos folletos, fichas explicativas, catequesis, cuestionarios, vídeos, podcast, concursos, cantos y otras modalidades para evidenciar que se estaba revitalizando el espíritu y el modo de ser ¡°Iglesia sinodal¡±.

La participación de todo el pueblo de Dios

La mayoría de las consultas llevadas a cabo durante la fase de ¡°escucha¡± se realizaron en el interior de las comunidades cristianas. Es de destacar la celebración de las asambleas parroquiales o comunitarias, y también, de las asambleas diocesanas. Algunas Iglesias locales refieren que tuvieron experiencias significativas de diálogo en ámbitos más allá de nuestras ¡°fronteras¡±. En ese sentido, destacamos encuentros con líderes o pastores de Iglesias ortodoxas y otras comunidades eclesiales, autoridades civiles y personas del sector de la salud, la cultura y la educación. Ha habido igualmente diálogo sobre el ser y quehacer de la Iglesia con familias campesinas y de hermanos que están en prisión. Nos referimos con agradecimiento a las catequesis donde los niños también participaron del proceso, según sus edades y capacidades de comprensión; fueron hermosos los concursos de dibujos para niños que se organizaron en varios lugares. Reconocemos también que en algunas comunidades este proceso no fue acogido y en otras, el dinamismo inicial se fue perdiendo.

Los retos de la pandemia y la grave crisis social

El proceso sinodal se desarrolla entre nosotros en medio de una situación particularmente compleja, pues Cuba transita por la crisis más grave de sus últimos decenios. Todavía no se había salido del todo de los efectos de la pandemia y ya se agudizaba la carencia de alimentos y medicinas, se asistía a una inflación y un malestar crecientes en la vida cotidiana. Nuestras comunidades y agentes de pastoral participan del agobio y del cansancio que genera el subsistir diario en Cuba; y del dolor por la falta de espacios y propuestas concretas que aseguren un presente y futuro de bienestar y esperanza. Esta situación social, que se describe someramente, influye y condiciona en modo negativo la vivencia del proceso y su ulterior afianzamiento.

Entre otras dificultades para la realización de este itinerario encontramos las siguientes: la no compresión adecuada del proceso sinodal, la emigración constante y creciente de agentes pastorales y miembros de la comunidad cristiana, sobre todo jóvenes, la falta de pasión por el Reino entre algunos que tendrían que ser los principales animadores, la permanencia inestable de sacerdotes y religiosos, además de las comprensibles dificultades en la inculturación.

Un soplo del Espíritu para la vida de esta Iglesia

Reiteramos que involucrarnos en el proceso sinodal al que nos ha convocado el Santo Padre, ha sido un soplo del Espíritu para la vida de esta Iglesia. Sin lugar a dudas, las comunidades que se han dejado interpelar por el Señor han ido descubriendo que se crece en fraternidad, ilusión y esperanza; que, a pesar de todo, incluso de nosotros mismos y nuestros pecados, Dios y la Virgen de la Caridad caminan con nosotros.

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04 agosto 2022, 14:51