Colombia: Monse?or Rueda Aparicio anima a la reconciliación
Pope
“Hagamos realidad la ética de la reconciliación que defiende la vida y construye la paz”: esta fue la invitación de Monseñor José Luis Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, durante la celebración litúrgica por los 212 años de independencia de Colombia.
, el también arzobispo de Bogotá resaltó, en su homilía, que la más profunda reconciliación que necesita Colombia y que necesita la historia de esta nación se fundamenta en “el amor a los enemigos, en la no violencia activa, en responder a la guerra con perdón, en abrir el corazón para reconciliarnos, en practicar la misericordia con alegría, en perseverar caminando por los senderos del respeto a la vida, de la justicia, de toda vida, la vida desde el vientre materno hasta la vida del anciano del enfermo terminal”.
El primado del país desarrolló tres hilos para trabajar en la construcción de la ética de la reconciliación: vivir alegres en la esperanza, ser pacientes en el sufrimiento y perseverantes en la oración.
Rueda Aparicio destacó el esfuerzo de los misioneros, laicos, sacerdotes y obispos, que con su testimonio de vida y su palabra han trabajado silenciosamente en el acompañamiento a las comunidades más vulnerables, llegando a las ciudades y territorios rurales heridos por la violencia, muchos de ellos hasta entregar su vida.
La eucaristía concluyó con el canto del himno del Te Deum interpretado por el coro filarmónico juvenil y el coro de adultos de la Catedral Primada.
La oración del primado de Colombia
En un videomensaje difundido este 20 de julio, Monseñor Rueda Aparicio pronunció una plegaria por el país:
“Oh Dios Padre Misericordioso, que todo lo dispones con tus designios de bondad y sabiduría, recibe hoy nuestra oración por Colombia, nuestra amada patria, para que, por la sabiduría de nuestros gobernantes y por la honestidad de nuestros ciudadanos, hombres y mujeres de todas las regiones, podamos avanzar como país, por caminos de unidad, de reconciliación, de vida y de paz. Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén”.
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