Iglesia en Ecuador. Una tregua alcanzando la paz en el país
Pope
(actualizada sábado 25 junio 2022)
Un camino hacia el diálogo entre las partes en conflicto es lo que pide la Iglesia ecuatoriana, porque el diálogo es el “camino más inteligente y fraterno; un camino que tanto el Gobierno como los diversos movimientos indígenas y sociales han comprometido su activa participación”. Interpretando el sentir de la gran mayoría de los ecuatorianos, que deseamos y queremos la paz, se lee en el mensaje, varias organizaciones de la sociedad civil proponen al Gobierno y a las organizaciones y movimientos sociales, una tregua, basada en compromisos concretos y acompañada por veedores y garantes de alta credibilidad, tanto a nivel nacional como internacional, y que cuenten con la aprobación de ambas partes.
Los obispos: veedores del proceso de paz
Los obispos proponen, una tregua pidiendo al gobierno y al Movimiento Indígena, que se comprometan a apoyar un canal directo de diálogo entre ambas partes. Una vez aceptada la tregua, se abra paso a alimentos en todo el país mientras se dialoga, y que se respete el acceso a servicios básicos y salud, especialmente el suministro de medicinas a hospitales y centros de salud. Los obispos se ofrecen como veedores de todo este proceso. Que se suspenda todo acto de violencia y crear zonas libres de conflicto, donde se garantice la paz, han propuesto estas zonas:
./ El arbolito
./ Las universidades que hoy son centros de acogida
./ La casa de la cultura
./ La Plaza Grande
./ La Asamblea
Campaña de apoyo humanitario, paz y promoción del diálogo
La Iglesia en Ecuador propone además que se apoye el pedido de Rectores e iniciar campaña de ayuda humanitaria. Convocan a otros actores sociales a generar un llamado a la paz. Y por último, invitan a un diálogo incluyente con participación de sociedad civil, academia y otros sectores de forma amplia y plural
Ecuador está sufriendo varias crisis
En su mensaje, los obispos reiteran que Ecuador está viviendo varias crisis.
Una crisis económica debido a la falta de trabajo, educación, de salud, de alimento, de vivienda, etc, y agudizada por el fenómeno de la trata de personas, el narcotráfico y el comercio de armas.
Una crisis social que se ve en la inseguridad y el descontento que afectan a la convivencia pacífica y al desarrollo de toda la población. Y una crisis ética que afecta todas las esferas de la vida pública y privada. La corrupción “usurpa” los recursos de todos los ecuatorianos, se lee más adelante.
Una crisis política que ha dado la espalda “a las grandes aspiraciones de nuestro pueblo, preocupándose casi exclusivamente de sus intereses de partido o movimiento”, afirman, y una crisis ecológica que pone en “serio peligro” la existencia de la casa común por la explotación y la contaminación.
Al respecto, la Conferencia Episcopal insta a buscar soluciones que “beneficien a todos los pueblos y nacionalidades” de Ecuador, particularmente a las grandes mayorías empobrecidas y excluidas de la sociedad.
Misa y Jornada de oración por la paz en Ecuador
Ayer, viernes 24 de junio, pidiendo por la paz y el diálogo en Ecuador. Presentes junto con los obispos ecuatorianos, el Nuncio apostólico Mons. Andrés Carrascosa. Al terminar la Eucaristía por la Paz, los obispos en un mensaje piden “al Dios de la Paz, del Diálogo y de la Reconciliación” una pronta solución ante la paralización que vive Ecuador desde hace dos semanas.
El mensaje firmado por el presidente de REPAM Ecuador, Mons. Adalberto Jiménez, Obispo del Vicariato Apostólico de Aguarico, recuerda que el No diálogo es también otra forma de violencia, y se pidió a Dios para que “quienes van a mediar por la paz y ya lo están haciendo les siga dando la Sabiduría, el Espíritu Santo. Que todos, todos los que escuchamos este mensaje nos convirtamos en este momento en instrumentos de reconciliación y de paz”, se lee.
Todos los ecuatorianos por la paz y el diálogo
Tras dos semanas de continua tensión, surgida por el paro nacional que inició el pasado 13 de junio, y donde el “anhelado diálogo entre los ecuatorianos se ha convertido en un grito de sordos, donde ninguna de las partes cede nada y donde las heridas y las culpabilidades se enconan aún más y más”. Mientras perdura este conflicto entre el Gobierno Nacional, el Movimiento Indígena y otras fuerzas políticas y sociales del Ecuador, en la Amazonía, los “pobres y los pueblos ya no resisten más el hambre y las enfermedades. Apoyamos la legítima lucha por los derechos y la dignidad y rechazamos todo tipo de violencia impuesto ya sea por cierto vandalismo infiltrado entre los manifestantes o por la represión del poder político, policial o militar”, se lee en el texto:
"No queremos ningún indígena más golpeado o muerto; no queremos ningún policía o militar, ni herido ni muerto; no queremos ningún campesino ni ningún ciudadano más herido o muerto. Dios quiere vida digna para todos, porque todos somos hermanos".
Debido a las distintas confrontaciones ocurridas en Quito y en otros lugares, ya son decenas de heridos y víctimas de este conflicto. Los Obispos de Ecuador y la Iglesia comprometida con el pueblo en la Red CARITAS, y REPAM, que es la Red Eclesial Amazónica pidieron que las partes en conflicto depongan la actitud del no diálogo y que abran el corazón y la mente al diálogo. Además, se pide en el mensaje, que “depongan esta “actitud egoísta de echar siempre la culpa al otro”, un conflicto que “de no arreglarse en estas próximas horas sólo traerá más caos, destrucción de vidas humanas, miseria, enfermedades, injusticia y muerte”. Que se respete y se plantee como algo fundamental el único camino para resolver los conflictos, como nos dice el papa Francisco que es: el diálogo, la reconciliación y la paz.
CELAM: La violencia solo trae dolor y división
En el mensaje del Celam, al pueblo ecuatoriano, los obispos de América Latina y el Caribe suman su "voz a la de tantas personas y organizaciones que claman por caminos de diálogo y de paz. ¡Todos somos hermanos y hermanas! La violencia, sea estructural por modelos excluyentes e inequitativos o de modo explícito por los enfrentamientos, solo trae dolor y división entre los hermanos de una misma nación", se lee en el mensaje, y a violencia les impide reconciliarse y unirse para construir un proyecto de nación favorable al desarrollo humano integral y al cuidado de unos y otros, incluyendo la ‘casa común’, se afirma.
se hace eco de lo que ha manifestado la Iglesia ecuatoriana: “estas y otras crisis nos desafían a buscar, de una manera realista, valiente y creativa, las mejores soluciones que beneficien a todos los pueblos y nacionalidades de nuestro país, particularmente a las grandes mayorías empobrecidas y excluidas de la sociedad”.
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