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Ante la violencia que está caracterizando a la ciudad de Limón en Costa Rica, sobre todo, en relación al último ataque de violencia, esta vez contra un sacerdote, entre otros, , en el que, como pastores del pueblo de Dios, hacen un “vehemente llamado para frenar la ola de violencia y delincuencia que golpea” a la nación.

“En las últimas horas, la Diócesis de Limón, por medio de su obispo, Mons. Javier Román Arias, nos ha alertado de hechos que condenamos y que debe llamarnos a todos a tomar acciones. Nuestro clamor inicial es a las autoridades para que puedan implementar las acciones necesarias que enfrenten de manera efectiva la criminalidad”, así se lee en el mensaje.

Además, hace lista de los hechos de violencia, en las últimas horas, “contra un sacerdote, en la parroquia en que da su servicio, y, el asesinato contra una persona en un centro educativo”. Hechos, se lee, que “nos llenan de dolor y luto en nuestra sociedad. Nos solidarizamos con la provincia limonense, con todas las personas de buena voluntad que habitan este querido territorio”.

Costa Rica ¿un país no violento?

En el mensaje, los obispos reiteran que, por años, se han “alegrado de ser un país de paz”:

“Pero la realidad nos golpea día a día, con hechos de violencia, incremento de la criminalidad e incursión del narcotráfico. Es inaceptable que, a la vista de gente buena y honrada, la ola de corrupción y criminalidad haga estragos en nuestra sociedad”.

Una jornada de oración por la paz

Ante esta difícil realidad, los obispos animan a “no perder la esperanza, a poner nuestra confianza en Jesucristo, que con su paz nos ayude a tener calma y consuelo ante hechos tan dolorosos que ocurren en muchas de nuestras comunidades, en todo el país. Esto no es cuestión de una provincia”.

Al respecto, la Conferencia Episcopal ha propuesto mañana jueves, que “las Eucaristías y Horas Santas” en las comunidades se dediquen a orar por la paz, y hacen una llamado a los sacerdotes para que inviten a los fieles a acercarse y unirse por esta intención.

A las autoridades y fuerzas políticas exhortan a “buscar soluciones en conjunto para proteger” el país.

Asalto a sacerdote el domingo

El P. Adalberto Dorati, párroco de Campo 2 de Cariari en la Diócesis de Limón fue brutalmente asaltado, golpeado y maniatado en su casa parroquial el domingo por la noche. Según los diferentes medios locales, los asaltantes ingresaron en la casa del sacerdote, encapuchados, y apenas entraron empezaron a golpearlo con extremada violencia, luego lo amarraron. Apenas se fueron los ladrones, el padre Dorati pudo liberarse y salir a pedir ayuda, fue llevado al hospital de donde fue dado de alta al día siguiente.

Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los ladrones se llevaron dos computadoras, dos celulares y 600 mil colones, unos 900 dólares, de las ofrendas.

explicó que después de la agresión el padre Dorati, a “Dios gracias se encuentra bien y en proceso de recuperación. Agradecemos las muestras de solidaridad, su oración y cercanía por nuestro hermano”, agregó el Prelado, quien dijo además que “Limón se nos va de las manos y no podemos permitirlo”.

En otro momento del comunicado, Mons. Román indicó que “desde hace meses, hay en la zona una creciente ola de crímenes, robos y asesinatos en diferentes zonas de nuestra provincia y que nos envuelve en un clima de inseguridad”.

Mayores esfuerzos por la seguridad

Al final, el prelado pidió mayores “esfuerzos para dar seguridad a los vecinos, que en su gran mayoría son personas trabajadoras, honradas y amantes de la paz, y que lamentablemente por unos pocos delincuentes mancillan la imagen de nuestro pueblo”.

Y dijo que “con la ayuda de Dios y la acción de todos, comenzando por las autoridades, lo podemos recuperar, sea esta una oportunidad para seguir unidos y continuar trabajando juntos por la paz y la justicia”.