Filoni en Tierra Santa: Las piedras vivas de la Iglesia de Jerusalén
Pope
Una semana para conocer las piedras, vivas o arquitectónicas, que componen la Iglesia de Jerusalén, madre de todas las iglesias, estuvo al centro de la primera visita que realizó el cardenal Fernando Filoni, desde su nombramiento como Gran Maestre de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, en 2019. Del 9 al 14 de mayo, el purpurado y su delegación, acompañados por el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén y sacerdotes del Patriarcado latino, viajaron a los lugares más emblemáticos de Tierra Santa, no solo para celebrar o rezar en la Eucaristía, sino también para conocer a quienes, hoy, forman la comunidad cristiana del país de Cristo.
Encuentro fraterno
En Jerusalén – según in forma el Patriarcado Latino de Jerusalén - el cardenal Filoni se dirigió primero a San Salvador y a los Patriarcados Ortodoxo-Griego y Armenio para encontrarse con los jefes de las Iglesias locales, así como con el Custodio de Tierra Santa.
A los pies del Resucitado
Acompañado siempre por Monseñor Pizzaballa, hizo luego una entrada solemne en el Santo Sepulcro, a la que también asistió una delegación de franciscanos, numerosos canónigos y sacerdotes del Patriarcado, así como seminaristas y caballeros y damas de la Orden del Santo Sepulcro.
“Aquí, en este lugar santo, rezamos por la Orden, por las necesidades, las preocupaciones y sobre todo las esperanzas de todos sus miembros”, dijo el arzobispo Pizzaballa frente a la Tumba de Cristo. “Y junto con el apóstol Pedro os decimos que, aunque no tenemos ni plata ni oro, lo que tenemos os lo damos” (Hechos 3, 6)
A continuación, el propio Cardenal tomó la palabra, compartiendo con los fieles el significado de la palabra "peregrinación" aquí, en Tierra Santa: "Venimos aquí, como dijo Francisco de Asís, para 'ver y tocar' al Señor: a ver sus pasos, escuchar sus palabras, tocar el lugar donde fue depositado, según las mismas palabras alentadoras del ángel: "Venid, ved el lugar donde ha sido depositado. Entonces id rápido y decid...: Ha resucitado de entre los muertos!" (Mt 28,6-7). ¡Esta allí donde Dios nos ha salvado!”
Reconciliación y Eucaristía
En su recorrido, el Cardenal Filoni también celebró varias misas, en particular en el Centro Notre-Dame, en el Santo Sepulcro y en la Basílica de la Anunciación en Nazaret. Belén y sus alrededores también pudieron beneficiarse de su presencia; más particularmente la parroquia y el colegio de Beit Sahour, la Universidad de Belén, el colegio de las Hermanas Franciscanas de Belén, el Centro Hogar Niño Dios y finalmente el seminario patriarcal de Beit Jala. Lugares emblemáticos de la acción cristiana en Tierra Santa, pero también de la Orden del Santo Sepulcro, que, con su apoyo económico, ha contribuido enormemente a su desarrollo.
“Si esta parroquia se ha convertido en lo que es hoy, es gracias al valioso apoyo de la Orden”, explicó el P. Issa Hijazin, párroco. “Por ejemplo, es completamente gracias a la Orden que recientemente pudimos renovar el patio de nuestra iglesia en Beit Sahour y así proporcionar empleo a muchas personas que vinieron a trabajar en el lugar.
Última etapa Jordania
Después de estas visitas, el Cardenal Filoni pasó los dos últimos días de su estancia en Jordania, donde, en particular, el consagro la Iglesia de Jubeiha. Para concluir esta intensa estancia que le permitió ver las diferentes realidades de la vida cristiana en Tierra Santa, Monseñor Filoni quiso ir al Monte Nebo, desde donde Moisés habría contemplado la Tierra Prometida (Deuteronomio, 34). Este es el privilegio y el deber de todo peregrino a Tierra Santa; esforzarse por estar a la altura para inscribir plenamente a Tierra Santa en su rica historia.
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