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La Iglesia de Ecuador condena el vació ético y las amenazas contra la vida

El episcopado ecuatoriano, al final de su Asamblea Plenaria, en un breve mensaje, lamenta las dificultades y desafíos que atraviesa el país, desde la crisis DZíپ y jurídica hasta el extractivismo desmesurado.

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“La creciente ola de pobreza, de violencia e inseguridad, que nos llena de luto y dolor y genera un ambiente de miedo y desconfianza”. Con esta constatación, los obispos de la Conferencia episcopal ecuatoriana abren el comunicado final de la Asamblea plenaria que tuvo lugar en Quitó del 25 al 29 de abril. Uno de los temas centrales del encuentro fue el proceso sinodal que se lleva a cabo en toda la Iglesia Universal, los avances del Congreso Eucarístico Internacional que se realizará en Ecuador, en 2024, así como la evaluación de la labor de las comisiones episcopales.

No a la cultura de la muerte

En su mensaje, el episcopado ecuatoriano hace hincapié en “una cultura de muerte que impone leyes que nada tienen que ver con los valores de nuestra sociedad y que van en contra de la defensa de la vida desde su concepción, del respeto de la familia y el cuidado de la Casa Común, afectada por el extractivismpo desmesurado, que perjudica a pueblos y comunidades, sobre todo en la Amazonía”.

Cabe destacar que este viernes 29 de abril, paralelamente a la conclusión de la asamblea de obispos, entró en vigor regula el aborto en casos de violación en Ecuador. Sin embargo, está contó con el veto parcial del presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, quien introdujo una serie de cambios que no han sido bien recibidos por los grupos favorables a la despenalización del aborto. Entre los cambios introducidos por el mandatario, está considerar el aborto en casos de violación como una excepción a penalización de la interrupción del embarazo y no como un derecho de las mujeres.

Además, los obispos condenan la crisis política e institucional, manifestada “en la pugna de poderes y el vacío ético y jurídico, que impiden vivir en una sociedad de justicia y equidad”.

Una fe fortalecida

En medio de estas realidades desafiantes, explica el comunicado, los obispos agradecen al “Dios de la Vida” por la fortaleza y esperanza que se refleja en la fe del pueblo ecuatoriano y que sigue siendo “su más grande riqueza”. “Hemos sido testigos – afirma el episcopado - de las manifestaciones de solidaridad y cercanía con los que sufren, así como de la participación masiva en los actos litúrgicos y celebrativos de la Semana Santa”.

Por último, el mensaje se dirige con aprecio a todos los ciudadanos ecuatorianos de bien, comprometidos con la paz y la justicia, con la defensa de la vida, de los derechos humanos y ambientales, siempre dispuestos a mejorar la calidad de vida de los migrantes, los encarcelados los jóvenes, los enfermos y excluidos de la sociedad, los bienaventurados de Dios.

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30 abril 2022, 16:59