Iglesia de ʱú se solidariza con los afectados por el derrame de petróleo
Alina Tufani Díaz - Pope
A un mes desastre ecológico causado por un derrame de petróleo en las costas limeñas de Perú, la Iglesia peruana lanza una campaña de solidaridad con las familias y personas afectadas. No se trata solo de una contaminación que ha diezmado la fauna y vegetación marina, sino del resquebrajamiento de todo el engranaje laboral y social de las personas que viven del mar.
El cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo y Primer Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, anunció “Ayúdanos a Ayudar”, la campaña impulsada por la iniciativa pastoral de Resucita Perú Ahora, Cáritas de Perú, América Televisión y Canal N, dirigida a empresas, instituciones y personas para que se sumen a esta cruzada solidaria aportando alimentos perecibles y no perecibles como arroz, azúcar, conservas, leche, menestras, fideos, pollos (vivos y/o congelados), entre otros.
Los hechos
Calificado como el peor desastre ecológico en la historia reciente de Perú, el Ministerio del Ambiente decretó a pocos días del evento un estado de emergencia de 90 días en el departamento de El Callao. Casi dos millones y medio de metros cuadrados de aguas contaminadas han perjudicado las orillas y franjas de unas 24 playas. A saber, el derrame en la costa de Lima, el pasado 15 de enero, fue causado por una embarcación petrolera que mientras descargaba el crudo fue golpeada por el fuerte oleaje producido tras la erupción del mar. Más d 12 mil barriles de petróleo vertidos en el mar.
El factor ambiental
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) informó que el derrame petrolero ha matado decenas de especies marinas y aves que frecuentan las playas para alimentarse. Cadáveres de pingüinos, nutrias, pelícanos, piqueros y golondrinas cubrieron como un manto negro las costas limeñas y pequeñas islas consideradas como áreas naturales protegidas. La entidad ha logrado rescatar a más de 140 especies afectadas por el petróleo. Sin embargo, el 40%, de la fauna no logró sobrevivir a la intoxicación. A lo largo de casi cinco semanas desde el accidente, el sistema de limpieza sigue siendo limitado, especialmente, porque mientras continúe circulando el crudo en aguas marinas, los animales continuarán muriendo. Igualmente, se cuestiona la gestión de la emergencia por parte de las autoridades que no supieron reaccionar oportunamente a la dimensión de la catástrofe.
El factor humano
Cientos de pescadores, comerciantes y poblaciones costeras han visto suspendidas sus actividades económicas como producto de la contaminación. Muchas familias actualmente se mantienen con subsidios del gobierno y las ollas comunitarias distribuidas por la zona. El gobierno peruano dispuso la entrega de subsidios para las personas afectadas económicamente por la paralización de la pesca local. De acuerdo con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, se trata de unos 1000 soles (unos 260 dólares) destinados por grupo familiar a cerca de 100 mil personas. Sin embargo, se trata de una ayuda insuficiente, con retrasos y no abarca a toda la población perjudicada, pues faltan registros de actividades propias de la economía informal. Por ejemplo, solo en la playa de Puerto Chancay, en las costas de Lima, se reportan unos 500 pescadores que vieron suspendidas sus actividades a causa de la contaminación y no cuentan con un seguro social o están dentro de los beneficiarios de subsidios..
La pastoral social
Los almacenes de Cáritas Lima y los de Cáritas del Perú han puesto a disposición sus estructuras para recibir las donaciones. En el marco de esta campaña - explica un - ya se han atendido a 14 mil familias vulnerables y se han habilitado 217 ollas comunitarias en el distrito de Santa Rosa y en el Sector Pachacútec, en el distrito de Ventanilla con 20,000 pollos vivos, gracias a la donación del Grupo Santa Elena. La distribución la realizó la Red de Ollas Comunes de Lima Metropolitana.
La ONU
Una misión de expertos de Naciones Unidas analizó el impacto del vertido de petróleo en las costas peruanas que recomendó al gobierno ocuparse, no solo de los daños ambientales, sino también de los daños causados a las comunidades costeras con un mecanismo para asistirlas en su recuperación. “El impacto en la vida silvestre y los recursos naturales del derrame de petróleo en las costas peruanas, ha afectado duramente a las comunidades locales, sobre todo a las familias que viven de la pesca y de actividades relacionadas con el turismo”, se lee en el . Los especialistas destacaron la urgencia de hacer una evaluación para conocer mejor el deterioro sufrido, las necesidades actuales, el impacto por afectación a su modo de vida, y tener una idea del género, edad y ubicación de la población en situación de necesidad.
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