¡Viva la Virgen de Guadalupe! Patrona de América y Filipinas
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
Un propósito para vivir esta Navidad de manera auténtica, una oración de paz por Ucrania y un saludo emocionado a las comunidades americanas y de Filipinas ante la fiesta de su patrona, la Virgen de Guadalupe. Estos fueron los tres puntos centrales de la cita dominical del Papa Francisco a la hora del , en la plaza de San Pedro, el pasado 12 de diciembre.
¿Qué debemos hacer en esta Navidad?
En primer lugar, preguntémonos, ¿cómo podemos prepararnos para vivir la Navidad? Fue la exhortación del Santo Padre en su alocución, comentando el Evangelio dominical, según san Lucas, capítulo 3 versículos del 10 al 18 y analizando las indicaciones que Juan Bautista da a las personas que le preguntan ¿qué debemos hacer ante la venida del Señor?
En este contexto, Francisco invitó a cada uno de nosotros a plantearnos la misma cuestión, particularmente, en estos días previos a la Navidad:
Asimismo, el Pontífice propuso prepararnos para el nacimiento del Hijo de Dios, llevando adelante algún compromiso concreto, "aunque sea pequeño", que se ajuste a nuestra situación de vida: basta un gesto simple que pueda marcar la diferencia en el corazón del prójimo, especialmente, en aquellos más olvidados y marginados por la sociedad:
"Por ejemplo -dijo el Papa- puedo llamar por teléfono a esa persona que está sola, visitar a aquel anciano o aquel enfermo, hacer algo para servir a los pobres, a los necesitados. Más aún: quizás tenga un perdón que pedir, un perdón que dar, una situación que aclarar, una deuda que saldar. Quizás he descuidado la oración y después de mucho tiempo es hora de acercarse al perdón del Señor".
Y tras rezar el Ángelus, Francisco expresó nuevamente su preocupación por Ucrania, país que vive una escalada de tensión:
¡Viva la Virgen de Guadalupe!
Finalmente, el Santo Padre, saludó con afecto y en español, a las comunidades de todo el continente americano y de las Filipinas que se unieron desde Alaska hasta la Patagonia, para rezar el Rosario honrando a la Virgen de Guadalupe en el día de su fiesta.
"La Virgen de Guadalupe y San Juan Diego nos enseñan siempre a caminar juntos desde las periferias hasta el centro en comunión con los sucesores de los apóstoles, que son los obispos para así, ser Buena Noticia para todos", afirmó Francisco haciendo hincapié en que esta experiencia de oración debe repetirse, una y otra vez, ya que de este modo, "Dios que es comunión animará a la conversión y a la renovación de la Iglesia y de la sociedad, que tanto necesitamos en las Américas".
El Papa concluyó con un mensaje lleno de esperanza y con la vista puesta en el futuro:
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