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Un grupo de migrantes y refugiados esperan el traslado a Mitilene Un grupo de migrantes y refugiados esperan el traslado a Mitilene

El Papa en Lesbos para acercar la humanidad herida en la carne de tantos migrantes

Hoy, Francisco llega a la isla del Egeo para otro abrazo especial a los refugiados que allí se acogen. La oración, los testimonios y los gestos marcan este momento tan esperado de la Jornada.El Secretario General de áٲ Hellas: trabajemos juntos para garantizar una vida digna a todos los que llegan a nuestras costas

Francesca Sabatinelli - Atenas, Grecia

De Atenas a Lesbos para la etapa central de este 35º Viaje Apostólico: el Papa quiere encontrarse con los refugiados y recitar con ellos la oración mariana del Ángelus en el Centro de Acogida e Identificación de Mitilene, el espacio equipado que acoge a miles de personas. La llegada de Francisco -tras una hora de vuelo- al aeropuerto de Mitilene está prevista para las 9.10 hora italiana, 10.10 hora local, seguida de un traslado en coche a unos 16 kilómetros del aeropuerto. Es la segunda vez que Francisco visita la isla, tras su visita de 2016 cuando, junto al Patriarca Bartolomé y el Arzobispo de Atenas y toda Grecia, Jerónimo, fue a abrazar a los que él mismo había calificado como protagonistas de "la mayor catástrofe humanitaria después de la Segunda Guerra Mundial", esa humanidad herida, esos "muchos migrantes en busca de esperanza", de los que volvió a hablar en la misma víspera de su viaje, durante la audiencia general del miércoles 1 de diciembre.

La situación en 2016

"Cuando el Santo Padre llegó a Lesbos en 2016", dice Anna-Maria Stella Foskolou, secretaria general de Cáritas Hellas, que recibe al Papa a su llegada a la isla, "la situación era realmente muy difícil. Estábamos en medio de la llegada, especialmente desde Turquía, de cientos de miles de refugiados. No estábamos preparados, somos un país pequeño y estábamos en plena crisis económica". A partir de ese momento, Cáritas Hellas, al igual que otras asociaciones, trató de responder a las necesidades de estas personas, de crear las condiciones adecuadas para acogerlas.

Lesbos se convierte en un símbolo

El Papa, por tanto, vuelve a esa isla que se ha convertido en un símbolo, en una llamada a la comunidad internacional, para que, de nuevo como dijo en 2016, "el mundo esté atento a estas situaciones de necesidad trágica y verdaderamente desesperada y responda de manera digna de nuestra comunidad humanidad". Hoy Lesbos tiene una cara diferente, el campamento de Moria en 2020 fue arrasado por el fuego, y Francisco visitará el Centro de Acogida e Identificación. El número de inmigrantes ha disminuido en más de un 80%, son tres mil, frente a los casi 25 mil de hace cinco años, mientras que hay más de cien mil en todo el país. Sin embargo, también son evidentes los signos de medidas de seguridad mucho más estrictas. "El Estado griego -continúa Foskolou- ha intentado crear centros de acogida con un modelo cerrado y controlado con el que Cáritas Hellas no está de acuerdo, porque creemos que aislar totalmente a estas personas del contexto social no es humanamente digno. La libre circulación puede crear problemas, pero hay otras formas de proveerlos.

La ayuda del Papa Francisco

Es desde 2015 que las islas del Egeo son el principal punto de entrada de los refugiados a Grecia y, por tanto, a Europa, y es desde 2015 que Cáritas Hellas está presente en Lesbos, donde ha desarrollado programas de apoyo psicosocial, especialmente dirigidos a mujeres y adolescentes, y actividades para hombres, además de servicios de interpretación. Un apoyo que ahora se ha reforzado debido a la preocupación por la epidemia de Covid. Para dar un importante apoyo económico a la acción de Cáritas Hellas, y no solo en Lesbos, sino también en otras islas como Samos y Quíos, así como en la capital Atenas y la ciudad de Salónica, explica además el secretario general, "están otras Cáritas europeas, como la italiana y la alemana", pero una ayuda fundamental ha venido sin duda del Papa Francisco, con la donación, de 100.000 euros, a través de Limosnero, el cardenal Konrad Krajewski, en 2019 enviado a la isla. "Siempre hemos afirmado", concluye Foskolou, "que todos los países deben ocuparse de los inmigrantes, porque Grecia está en la frontera de Europa. Siempre nos hemos esforzado por ofrecer todo lo que teníamos para hacer más humana y digna la estancia de estas personas cuando llegan aquí, pero Grecia no es su destino final".

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05 diciembre 2021, 08:00