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La Conferencia episcopal española abrió, ayer, su 118ª Asamblea Plenaria que concluirá, el viernes 19, con la peregrinación de los obispos a Santiago de Compostela con motivo del Año Jubilar Compostelano. El Itinerario del Sínodo de los obispos que se celebra con el tema, “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, así como la preparación de la visita ad límina al Vaticano y algunas propuestas sobre la protección de menores en la Iglesia, son algunos de los temas que ocuparán el trabajo de los obispos.

Diligente preparación del encuentro con Francisco 

En la apertura de la Plenaria, el nuncio apostólico en España, el arzobispo Bernardito Auza, luego de trasmitir el saludo y la bendición del Santo Padre, que recibirá a los obispos españoles en visita ad limina Apostolorum”, en los meses de diciembre y enero, comunicó el agradecimiento del Papa por el empeño de las comunidades diocesanas por la puesta en marcha del itinerario del próximo Sínodo de Obispos, buscando los frutos de la sinodalidad que el Santo Padre ardientemente desea para toda la Iglesia Universal.

Monseñor Auza constató el cuidado con el que los obispos españoles están apoyando la propuesta del Servicio de Ayuda y Orientación para las Oficinas diocesanas o Provinciales de Denuncias de Abusos de Menores. La “cohesión unánime, práctica, arbitrada desde la Secretaría General de la Conferencia” -subrayó el nuncio – “es la forma de operar, en un tema tan sensible y delicado, con seguridad, con garantía de efectividad”.  Por último, animó a seguir con empeño la iniciativa del “Año Familia Amoris Laetitia”, en preparación al próximo Encuentro Mundial de las Familias, en Roma, el mes de junio de 2022, con el lema “El amor familiar: vocación y camino de santidad”. 

Sinodalidad en tiempos difíciles

El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella, en su discurso de apertura, se solidarizó con el obispo de Tenerife, monseñor Bernardo Álvarez Afonso y con toda la diócesis, de manera particular, con los habitantes de la isla de La Palma, especialmente a los más afectados por la erupción del volcán Cumbre Vieja. Pero también se refirió a los tiempos difíciles que atraviesa la sociedad española.

“Vivimos tiempos difíciles. Si la crisis del 2008 nos dejó muy afectados, con la reciente crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia de la Covid, hemos quedado profundamente tocados y muchos hermanos nuestros han sucumbido en la miseria y la pobreza. Es cierto que algunos apenas van a sentir los efectos de esta crisis, o que incluso van a salir beneficiados económicamente, pero también es un hecho, que ya estamos comprobando, que son muchos, muchísimos, los hermanos y hermanas nuestros que están sufriendo o van a sufrir en sus carnes la dureza de esta crisis”, dijo el cardenal Omella.

Según datos de Caritas y de otras entidades de la Iglesia, en España viven unas 40.000 personas sin hogar, señaló el purpurado español y agregó que actualmente son 11 millones las personas que se encuentran en situación de exclusión social y de los cuales dos millones y medio están en situación de extrema vulnerabilidad. Por otra parte, se refirió a la situación de los jóvenes afectados por el desempleo y la soledad de muchos ancianos que viven solos en sus casas.

“Aunque sabemos que el ambiente social y político de nuestro país está, por desgracia, muy fragmentado, estamos, por ello, motivados a dejar que el Espíritu Santo guíe el camino del Pueblo de Dios aquí y ahora, lo que redundará sin duda en una mayor cohesión social, para ser en el mundo «misterio de comunión y misión» que ilumine y acompañe a los hombres en esta gran travesía”, subrayó el presidente del episcopado.

El cardenal Omella enfatizó como un reto necesario y providencial para este momento de la sociedad y de la Iglesia, la sinodalidad a la que llama el Papa Francisco que tiene como base fundamental la corresponsabilidad y la participación de todos los bautizados en la edificación de la comunión y en la tarea evangelizadora.

Trabajos en curso

Uno de los temas principales – según refiere una nota de prensa de la CEE- es la puesta en marcha del Itinerario del Sínodo de los obispos que se celebra con el tema, “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. El subsecretario del Sínodo de los obispos, el agustino español Mons. Luis Marín de San Martín, y del obispo responsable del equipo sinodal, Mons. Vicente Jiménez expondrán el tema a los obispos.

La Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida presentará para su estudio el borrador del documento “Orientaciones para la pastoral de las personas mayores en el contexto actual”. Informará también sobre dos de los eventos programados con motivo del Año “Familia Amoris Laetitia”. La Semana del Matrimonio, que promueve la CEE, del 14 al 20 de febrero. Y el Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en Roma del 22 al 26 de junio, con el que se cerrará este Año dedicado especialmente a la familia. Por último, el secretario general de la CEE, Mons. Luis Argüello, llevará a la Plenaria distintas propuestas del Servicio de coordinación y asesoramiento para las Oficinas de protección de menores.