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Dos días de acción para pedir al gobierno australiano que se comprometa con la Creación y tome medidas drásticas contra el clima ya. La Australian Religious Response to Climate Change (ARCCC), una asociación interreligiosa comprometida con la justicia climática promovió este evento los días 17 y 18 de octubre.

Acción inmediata contra el cambio climático

Con vistas a la próxima Conferencia Mundial sobre el Clima que se celebrará en Glasgow (Cop26), se invitó a las comunidades cristianas, musulmanas, judías y de otras religiones a hacer sonar las campanas, el Adhan (la llamada islámica a la oración), el sonido del shofar judío u otros instrumentos de su tradición religiosa al unísono, así como a colocar carteles delante de sus lugares de culto para pedir una acción inmediata contra el cambio climático.

"Faiths 4 Justice"

El objetivo de la iniciativa, titulada "Faiths 4 Justice", es crear un movimiento de opinión en Australia que presione al Primer Ministro Scott Morrison para que se comprometa de forma concreta a alcanzar el ambicioso objetivo de cero emisiones para el año 2050 que está en el centro de las negociaciones de la Cop26.

El gobierno de Morrison no ha presentado hasta ahora un programa claro para alcanzar este objetivo, a pesar de ser el país más contaminante en relación con su población.

Compromiso de la Iglesia católica

Más de 110 comunidades de todo el país se han unido a la iniciativa "Fe por la Justicia". Entre los participantes había muchas comunidades católicas. El sacerdote Robert Riedling declaró a la agencia episcopal australiana Cathnews:

La Congregación de las Hermanas de San José también pide a Australia que sitúe la protección del planeta en lo más alto de su agenda política. En efecto, en una declaración se lee:

Un plan de acción climático concreto

Además, la asociación ARCCC envió una carta a Morrison en los últimos días pidiéndole que acudiera a la conferencia de Glasgow con un plan de acción climático concreto. Hasta hace unos días se ponía en duda su participación en la cumbre, pero la presión internacional ha empujado al Primer Ministro australiano a cambiar de opinión. Un duro golpe para Cop26 vino de China, que en los últimos días ha anunciado su intención de aumentar su producción de carbón en un 10% para hacer frente a la escasez de electricidad vinculada a la recuperación económica mundial tras la crisis de Covid-19.