笔别谤ú: comienza proceso de beatificación del padre Luigi Bolla
El Padre Luigi Bolla, el misionero italiano que perteneció a la familia salesiana y entregó su vida a la inculturación del Evangelio en los pueblos Shuar y Anchuar de Perú, podría convertirse en beato e incluso aspirar al honor de los altares; luego de que este 27 de septiembre se diera apertura oficial a su proceso de beatificación y canonización: da la noticia ADN Celam que señala la ceremonia presidida por el Arzobispo de Lima y primado del Perú, Monseñor Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio, en la que destacó la cercanía que el padre Bolla alcanzó con estos pueblos originarios, lo que le permitió – leemos – conocer su pensamiento y realidad para entregarse con generosidad a la comunidad.
«El Padre Bolla supo entender la sintonía que hay entre el Evangelio y lo que el pueblo Achuar tenía. Él supo entrar en lo más hondo de la lengua y del corazón de la gente. Que este ejemplo para todos también nos permita intervenir en nuestra sociedad en un momento difícil y complejo, para comprender el gran desafío que tenemos de que el amor reine por medio del Espíritu de Dios de forma gratuita y generosa», dijo el Arzobispo de Lima.
Iniciado el proceso de Beatificación y Canonización la siguiente fase será la de escuchar los testimonios y recopilar las pruebas que permitirán al Tribunal conocer los rasgos de su personalidad así como su espiritualidad; además del ejercicio de sus virtudes y los posibles milagros atribuidos a su intercesión.
La causa indígena
El Padre Luigi Bolla es oriundo de Italia, donde nació en 1932. Falleció en Perú hacia el año 2013. Al hablar de su llamado al sacerdocio, siempre decía que siendo seminarista su hermano, sintió un profundo llamado, una voz interior que le invitaba a ser sacerdote. “Mientras entrábamos a la capilla escuché una voz que me decía: ‘Tú también, como tu hermano, podrías ser sacerdote. Serás misionero entre los pueblos de la selva. Comunicarás mi Palabra’”.
Optó por el carisma de los salesianos y se hizo misionero dedicando su vida a la evangelización de los pueblos originarios residentes en el Perú, particularmente con la familia Anchuar, que se encuentra asentada en la región fronteriza entre Ecuador y Perú.
Para acercarse a las comunidades se ocupó de aprender el idioma de los indígenas, lo que le permitió conocerlos con mayor profundidad. “Lo que te apoya al final es el Evangelio y la fe. Todo lo demás es secundario”, dijo en alguna vez al compartir su testimonio como misionero porque desde su experiencia “la vocación misionera es un don extraordinario que el Señor da y nunca en la Iglesia debería morir”.
En la ceremonia estuvieron presentes Monseñor Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio, Arzobispo de Lima y Primado del Perú; la Madre María Elena Camones More, Canciller del Arzobispado de Lima; R.P. Sandro Gabriele Carbone Carbone, el Delegado Episcopal; Padre Edwin Limas Falcón, OSJ, Promotor de Justicia; el Notario Actuario Manuel Ernesto Zegarra Basurco, el y Padre Jesús Adrián Jurado Alarcón SDB, Vice Postulador de la causa de beatificación y canonización.
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