ҽ

Cardenal Urosa Savino Cardenal Urosa Savino 

Inhumados los restos del cardenal Urosa, un pastor “con olor a oveja"

“Su amor a Jesucristo fue tal, que día a día, fue dibujando su imagen en su propia personalidad, intentando reproducirla en todos”: palabras pronunciadas por el cardenal Porras, administrador apostólico de Carcas, en la dzí de la Misa de Exequias e inhumación de los restos del Cardenal Jorge Liberato Urosa Savino, fallecido en la tarde del 23 de septiembre de este 2021.

Tal como informó la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Venezolana, la celebración tuvo lugar a las 13.30 horas del viernes 24 en la Catedral Metropolitana Santa Ana de la Arquidiócesis de Caracas. La Eucaristía fue presidida por el Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de Caracas y concelebrada por Mons. Raúl Biord, Obispo de La Guaira y 2º Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana; Mons. José Trinidad Fernández, Obispo electo de Trujillo y Secretario General de la CEV; Mons. Tulio Ramírez, Obispo de Guarenas; Mons. Freddy Fuenmayor, Obispo de Los Teques; Mons. Fernando Castro, Obispo de Margarita; Mons. Ricardo Barreto, Obispo auxiliar de Caracas y Mons. Ignazio Ceffalia, Encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica. Este último, - informa la CEV - al iniciar la Eucaristía, hizo lectura del telegrama del Papa Francisco ante el fallecimiento del Cardenal Urosa, en el que se refirió a él como un “abnegado pastor que durante años y con fidelidad entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia”. 

Algo se desgarra en el alma cuando un amigo se va

Durante su homilía el Cardenal Porras brindó palabras de consuelo a los familiares del Cardenal Urosa, y expresó el cariño que les unía tras más de seis décadas de amistad, desde su formación en el Seminario Interdiocesano de Caracas:

“Algo se desgarra en el alma cuando un amigo se va, pero nos anima la fe, razón de nuestras vidas, y la resurrección a la que Jorge siempre cantó con profunda convicción y predicó con vigor y esperanza”.

Austero consigo mismo, sin buscar aplausos o halagos

También se refirió – informa aún la oficina de Prensa de la CEV - a las “virtudes sencillas y cercanas a los más necesitados” del purpurado, señalando que todo lo hizo “con desprendimiento de todo lo material y sin buscar aplausos o halagos”, por su “preocupación por los pobres, por los habitantes de los barrios caraqueños”. Añadió además que fue “exigente por talante, porque la perfección fue la meta buscada, lo hizo ser austero consigo mismo antes que con los demás; serio, pero alegre, supo derramar [alegría] con creces. Preocupado por la preparación propia y ajena, sobre todo por la catequesis, nos deja varias de sus publicaciones que en estos últimos años compiló para dárnoslas, son parte del legado que queda para la posteridad”. “Su amor a Jesucristo fue tal, que día a día, fue dibujando su imagen en su propia personalidad, intentando reproducirla en todos”, narró también el Cardenal Porras. Con olor de oveja, -dijo - porque se identificaba con los problemas y las situaciones de la gente. De allí su llamado a la justicia, la libertad, la democracia y el bien común. 

 

Honor al legado del pastor, que veló por un país mejor 

En una referencia al último mensaje escrito por el Cardenal Urosa previo a su ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos, el Cardenal Porras lo calificó de “testamento espiritual”, que “con la serenidad que da la paz interior, ante una circunstancia límite postulada por las exigencias médicas, tuvo el coraje de trasmitirlo a su pueblo”. 

Finalmente, el Cardenal Porras reiteró su compromiso “de hacer honor al legado de un pastor que veló por fortalecer las bases de un mejor país que reúna a todos los venezolanos en una misma comunión”.

El testimonio permanente a través del ejemplo

Al finalizar la Eucaristía, Mons. José Trinidad Fernández, secretario general de la CEV, hizo lectura de la carta enviada por el Consejo Episcopal Latinoamericano en la que manifiestan su cercanía ante la partida de un “pastor solícito a las necesidades del Santo Pueblo de Dios”. Seguidamente, leyó el Comunicado de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana ante el fallecimiento del Cardenal Jorge Urosa Savino en el que expresan, en nombre de los Arzobispos y Obispos de Venezuela, sus condolencias a los familiares y amigos, así como al presbiterio y la feligresía de la Arquidiócesis de Caracas, y le recuerdan “como uno de nuestros hermanos mayores en la fe y el ministerio Episcopal, fue un hombre que dio testimonio permanente a través de su ejemplo de vida centrada en Jesucristo el Señor”. Al finalizar, tuvo lugar el ritual de inhumación de los restos del Cardenal Jorge Urosa Savino en el Panteón Arzobispal, ubicado en la Capilla Nuestra Señora del Pilar de la Catedral de Caracas.

Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí

25 septiembre 2021, 16:57