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Ágnes Ged艖 - Budapest

Los trabajos del Congreso Eucarístico Internacional que se está celebrando en Hungría, y que culminará el próximo domingo con la visita del Papa, están llenos de testimonios para fortalecer la fe y hacer reflexionar sobre la importancia de reunirse en torno a la presencia real de Cristo en la Iglesia y en nuestras vidas. Hoy participa el propio Presidente de Hungría, János Áder.

El cardenal Jean-Claude Hollerich presidirá la misa de la mañana. Por la tarde, el padre Etienne Vetö ofrecerá una catequesis sobre "La Eucaristía, iluminada por la tradición judía", seguida por el cardenal Baltazar Porras, que reflexionará sobre los santos en el pueblo de Dios y en el mundo, en particular la vocación de los laicos a la santidad.

Como todos los días, habrá espacio para compartir experiencias eclesiales desde lugares fronterizos, donde la presencia católica suele ser minoritaria. Hoy será el turno del cardenal Andrew Yeom Soo-jung sobre la situación de los cristianos en Corea. Completan el programa de hoy el padre Andrea Dellatore, Georg Schwarz y la Comunità Cenacolo con una charla titulada "De la oscuridad a la luz-Eucaristía: el remedio de la libertad".

La pandemia no ha frenado las valiosas presencias de países lejanos

Como señala monseñor Csaba Ternyák, arzobispo de Eger y antiguo secretario de la Congregación para el Clero, se aprecia un gran entusiasmo en los participantes. Es una gran alegría", dice, "ver que hay tanta gente valiente, aunque todavía estemos en una época de pandemia y sea difícil viajar". Mencionó, por ejemplo, el testimonio del cardenal Bo, procedente de Myanmar, y se detuvo en las dificultades para llegar a Budapest. Era una presencia preciosa y que no se daba por descontada, dada la situación sanitaria que estamos viviendo. "Nos entusiasmó con sus palabras, así como ver a tantos otros fieles de diferentes naciones, participando en la oración común, escuchando testimonios y conferencias. Todo esto ayuda a mantenerse fiel".

Entrevista de Ágnes Ged艖 con Monseñor Ternyák

Renovación cultural y educativa católica en Hungría

"La Eucaristía está en el centro de nuestra vida. Elevar la hostia durante la misa nos ayuda a fortalecer nuestra total pertenencia al Señor", explica Ternyak. A continuación, describe el proceso de renovación cultural y educativa vinculado también a la gran universidad de la arquidiócesis y, en general, al gran éxito de las escuelas católicas del país en los últimos años. "Hemos observado que hay un deseo creciente entre la gente que está más motivada para que sus hijos se matriculen en nuestras escuelas. Hay más de 50 escuelas en nuestra diócesis que han solicitado la gestión de la iglesia". Es un aspecto que conmueve al sacerdote, cuando se mira la historia de la confiscación de los bienes de la Iglesia durante el régimen comunista. "Aunque los profesores no son todos católicos o creyentes, están orgullosos de pertenecer a una historia, en contraste con lo que normalmente ocurre con la acentuada secularización en varios países".

Esperar al Papa en Budapest: un gran honor para los húngaros

En cuanto a la espera de Francisco en Budapest el 12 de septiembre, Ternyak habló de la "gran estima por el Papa" que tienen todos los húngaros. En el Papa vemos al Pedro de hoy", dijo, "y cuando venga, nuestra intención es rezar con él por nuestra fe". El hecho de que venga con motivo del Congreso Eucarístico es un gran honor". Y recuerda cuando, en una ocasión similar en 1938, llegó el legado del Papa, Eugenio Pacelli. "El hecho de que el propio Papa venga ahora es una gran alegría. Esperamos que el Congreso nos traiga una renovación espiritual, que es algo que ocurre en las almas, no en las piedras, ocurre en las almas y luego en las instituciones. Nuestra misión es acercar el Cuerpo de Cristo a los fieles, la presencia real de Cristo a la Iglesia".