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Una región en la que “el desastre medioambiental que ha alcanzado dimensiones absurdas no puede interpretarse en este momento más que como muerte, como pasión”. Con estas palabras el cardenal Claudio Hummes define la actual situación de la Amazonía, en un texto con motivo del “Día de la Amazonía”, celebrado en Brasil el 5 de septiembre. Como informa una nota del , el Presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) se pregunta cómo celebrar este día y asegura que “sólo cuando se afrontan los problemas de forma objetiva es posible curarlos o afrontarlos de la mejor manera”.

La indiferencia, raíz de todos los males

Citando a Elie Wiesel, judío superviviente de los campos de concentración nazis y Premio Nobel de la Paz en 1986, quien se refirió a la indiferencia como “la raíz de todos los males” el cardenal Hummes precisa que “es la indiferencia, y no el odio, lo que se opone al amor; es la indiferencia, y no la muerte, lo que se opone a la vida. Es la indiferencia, y no la herejía, lo que se opone a la fe”. De ahí su invitación a “celebrar el Día de la Amazonía, aunque esté, quizá más que nunca, en su hora de cruz”, insistiendo en que “no ser indiferente requiere de cada persona un cierto compromiso”.

Aumento de incendios y falta de vigilancia

El prelado denuncia que “la Amazonía arde en llamas debido a los incendios, muchos de ellos provocados intencionadamente, y a la falta de políticas públicas para combatir, controlar y mitigar los incendios” y cita datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), que muestran que “sólo en el mes de agosto se registraron 2.228 incendios. Más del doble que en 2020“.

Asimismo, denuncia el avance de los proyectos denominados “de desarrollo”, especialmente “con el debilitamiento de la vigilancia que se ha producido en los últimos años y el desmantelamiento de los órganos y políticas de salvaguarda socioambiental”.

Basándose en el reciente informe que prevé un aumento de la temperatura global, el cardenal Claudio Hummes habla de un "cataclismo anunciado":

Una realidad – recuerda – ya señalada por el Papa Francisco en Laudato Si’ cuando afirma que “El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos”.

Pequeños gestos simbólicos para preservar la casa común

En el Día de la Amazonía, el presidente de la CEAMA invita a no perder la esperanza, recordando que “en medio de la noche más oscura se impuso la luz de la resurrección”:

 “Celebremos este día conscientes de la destrucción actual. Esta mirada objetiva debe comprometernos en la lucha por la conservación y el cuidado de la Amazonia y la Casa Común” exhorta el purpurado. Por último, la invitación a celebrar “realizando pequeños gestos simbólicos, como plantar un árbol, revitalizar el huerto en casa o buscar información sobre cómo y dónde se producen los alimentos que compartimos en las mesas de nuestros hogares”.

El Día de la Amazonía

Establecido por ley en 2007, el Día de la Amazonia se celebra el 5 de septiembre porque en esa fecha, en 1850, el Príncipe Pedro II decretó la creación de la Provincia (actual Estado) de Amazonas. El objetivo del evento es sensibilizar a la población sobre la importancia de la mayor selva tropical del mundo y su biodiversidad para el planeta, y poner de manifiesto los graves riesgos medioambientales a los que se enfrenta, para que puedan abordarse con prontitud y eficacia.