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Isabella Piro - Ciudad del Vaticano

Es urgente tomar las medidas adecuadas para que la Creación no sea devastada "irreversiblemente": este fue el centro del discurso del cardenal Cláudio Hummes, que ayer 25 de septiembre, abrió como presidente la Asamblea Ordinaria de la Conferencia Eclesial de la Amazonia (Ceama). El encuentro, dijo el cardenal, "tiene lugar en un momento difícil y doloroso de la historia de la familia humana y de su casa común, el planeta Tierra". "La crisis climática y ecológica persiste, y sus efectos devastadores no están siendo suficientemente combatidos por los actuales dirigentes que gobiernan el mundo", reiteró el cardenal Hummes, destacando cómo se ha debilitado la esperanza en el futuro.

De ahí el llamamiento a las naciones a "unirse" para combatir la crisis actual. Se trata de una cuestión que también preocupa a la Iglesia porque, explicó, ella sabe cuánto "hay que preservar y promover la conservación de la Amazonia, su selva y sus ríos, así como la vida y los derechos fundamentales de sus pueblos, especialmente los nativos". Al mismo tiempo, a pesar de "los tiempos difíciles y el sufrimiento que traen estos grandes desafíos", el cardenal Hummes invitó a mirar la realidad desde una perspectiva de fe: "Dios guía la historia humana, a pesar de nuestras infidelidades, codicia y obstrucciones -dijo- Su amor por nosotros, sus criaturas, nunca se desvanecerá. Esto es lo que sostiene nuestra esperanza". Por último, el presidente de Ceama hizo un llamamiento a la "oración diaria y ferviente" que sostiene "la lucha por este futuro mejor".

Creada el 29 de junio de 2020, la Ceama pretende ser "un instrumento eficaz" para concretar muchas de las propuestas surgidas del Sínodo especial para la región panamazónica, celebrado en el Vaticano en octubre de 2019. La elección de la fecha de creación no fue casual: el 29 de junio se celebra, de hecho, la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo. Esto confirma la vocación del nuevo organismo de "ponerse al servicio de la Iglesia, de su opción profética y de su acción misionera de salida".

El mismo recoge dos instancias emergidas del Sínodo sobre la Amazonía: la primera, en el , pedía la creación "un organismo episcopal que promueva la sinodalidad entre las iglesias de la región, que ayude a delinear el rostro amazónico de esta Iglesia y que continúe la tarea de encontrar nuevos caminos para la misión evangelizadora (n. 115). La segunda fue expresada por el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica post-sinodal y es la esperanza "de que los pastores, consagrados, consagradas y fieles laicos de la Amazonia se empeñen" la aplicación de los trabajos sinodales (n.4).