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Al comenzar el el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile expresa que nadie duda que el país “vive un tiempo complejo que exige lo mejor de cada uno de nosotros”, en el que la ciudadanía y sus representantes democráticamente electos están tomando importantes decisiones que marcarán la democracia. Y agrega que “la profunda crisis sanitaria provocada por la pandemia y sus consecuencias económicas, sociales y emocionales ha situado a amplios grupos de chilenos en extrema precariedad, quienes esperan de sus autoridades medidas y acciones decididas de ayuda, sobre todo en beneficio de los más vulnerables”.

Enfrentando la pandemia y sus efectos

Luego se menciona la “gran expectación” acerca de cómo seguirán “enfrentando la pandemia y sus efectos”, y se añade que el Presidente de la República ha definido “algunas prioridades para los últimos meses de su mandato, entre las cuales anuncia su decisión de poner urgencia a la llamada ley de matrimonio igualitario”.

Sobre el matrimonio establecido y querido por Dios

“Respecto de esta última iniciativa – se lee en el mensaje – los que seguimos a Jesucristo como Salvador y Señor y nos guiamos por su enseñanza, sostenemos la certeza de que el matrimonio establecido y querido por Dios es sólo entre un varón y una mujer, comunión que gesta vida y fundamenta la familia”. Lo que la Iglesia católica enseña sobre esta materia es claro y conocido, de ahí que los representantes del episcopado chileno expresen:

Con el Papa Francisco

Los obispos chilenos recuerdan además que el Papa Francisco “ha ratificado esta enseñanza en su Exhortación Apostólica Amoris laetitia, afirmando que “no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia” (AL, 251). Lo anterior, en ningún caso contradice la firme convicción de la Iglesia en cuanto a que:

Por lo demás, desde el punto de vista de los derechos de las personas que deciden vivir juntos, se recuerda en el mensaje que la legislación nacional ha establecido “un régimen que ampara jurídicamente su decisión y le otorga un reconocimiento”.

El mayor bien para quienes viven en Chile

Los obispos concluyen la declaración señalando que esperan “que estas palabras puedan ayudar al discernimiento de quienes ejercen la responsabilidad de legislar y de todas las personas que buscan el mayor bien para quienes vivimos en Chile”.